Jesús Parras es uno de los nuevos talentos artísticos de nuestra escena nacional. A pesar de no ser un camino precisamente fácil, Jesús se va abriendo paso por él, poco a poco, pero pisando bien fuerte. Graduado en Bellas Artes, sus obras están basadas en experiencias personales de las que retrata su esencia, pero también contienen un mensaje muy reivindicativo con el que trata de concienciar de las desigualdades e injusticias que asolan el mundo. Con la mirada puesta en el presente, trata de definir su estilo entre la técnicas tradicionales y las nuevas tecnologías. Si estás en Madrid, su obra puede verse en la exposición El fiasco del fisco en el espacio CentroCentro hasta el domingo.
Eres un artista visual, cuéntanos un poco de dónde viene tu interés por el mundo del arte. ¿Ha sido algo presente siempre en tu vida?
Nací en Torre del Campo, un pueblecito de Jaén que está lleno de artistas. Desde pequeño he crecido rodeado de arte, tengo varios familiares y amigos que se dedican a ello e iba a todas sus exposiciones.
Siempre se me dio bien eso de dibujar y pintar, aunque estudié ciencias durante el instituto. En el último año, me cambié a una escuela de arte donde tuve que hacer los dos cursos lectivos a la vez. Sin duda alguna, supuso un gran cambio, pero el camino ha sido impresionante.
Siempre se me dio bien eso de dibujar y pintar, aunque estudié ciencias durante el instituto. En el último año, me cambié a una escuela de arte donde tuve que hacer los dos cursos lectivos a la vez. Sin duda alguna, supuso un gran cambio, pero el camino ha sido impresionante.
¿Cómo es tu proceso creativo?
Mi trabajo está basado en experiencias personales, en sacar la belleza de esas experiencias. El proceso creativo depende del proyecto; suelo empaparme todo lo que puedo del tema que esté tratando, leo y veo mucho cine o investigo a otros artistas que hayan trabajado con el concepto que busco en ese momento. Esta etapa es como más visceral y profunda, a la hora de elaborar las obras suelo tener claro lo que voy a hacer y soy más formal.
¿Quiénes son tus referentes?
Mis mayores referentes creo que son Damien Hirst y Richard Prince, me gusta su forma de ver el arte, lo que hacen y, sobre todo, cómo lo hacen. Me encanta el pintor Valerio Adami, y he aprendido mucho de la pintura de Gerard Richter. Olafur Elisasson, Rabih Mroue o Wilfredo Prieto también han estado muy presentes en mi formación.
De España me gustan Lois Patiño y Cristina Garrido. Aunque más jóvenes, también son unos buenos referentes a seguir.
De España me gustan Lois Patiño y Cristina Garrido. Aunque más jóvenes, también son unos buenos referentes a seguir.
Una gran parte de tus proyectos está enfocada en retratar la sociedad, y podemos atisbar un sentimiento de reivindicación. Actualmente estás trabajando en una colaboración con Oxfam Intermón para la campaña Iguales, y finalizando tu serie Refugié. ¿Crees que el arte tiene el poder suficiente como para ser una buena arma de protesta?
No creo que el arte sea la mejor herramienta, ahora mismo con cualquier red social puedes llegar a muchísima más gente y mucho más rápido. Creo que querer cambiar el mundo a través del arte es un pensamiento bastante idílico y utópico.
¿Cuál es el objetivo de tu colaboración con Oxfam?
En el caso de mi colaboración con Oxfam, se ha hecho la exposición para transmitir el mensaje en otro formato, en otro lenguaje, y así llegar a gente a la que no se llegaría con solo un informe.
Participaste en el proyecto Vigo, ciudad de color, en el que colaboraste con otros artistas en la creación de un mural de 400 m2 sobre onduline. ¿Cómo fue la experiencia?
Increíble. Cuando Elisa González me propuso una colaboración junto con Lucas Galván, mi respuesta fue un sí rotundo. No todos los días tienes la oportunidad de realizar algo tan enorme, y menos con tan poca experiencia; aún estábamos terminando la carrera.
Ninguno de los tres se había enfrentado a una obra de tal magnitud. Fuimos con muchísimas ganas y en cinco días lo terminamos, aunque el plazo que nos dieron fue de quince.
Ninguno de los tres se había enfrentado a una obra de tal magnitud. Fuimos con muchísimas ganas y en cinco días lo terminamos, aunque el plazo que nos dieron fue de quince.
¿Qué sentiste al ver una obra de tales dimensiones finalizada?
Era impresionante bajar del andamio todos los días y ver cómo se iba desarrollando. Bajábamos solo un par de veces al día (eran 17 plantas de andamio), no nos esperábamos que fuera a salir tan bien. Al verlo finalizado sentí que después de aquello podía hacer cualquier cosa. Desde luego, aumentaron mis ganas de lanzarme a nuevos proyectos.
También creaste otra obra de gran magnitud en el festival Mulafest. ¿Te atrae trabajar con otros artistas o prefieres hacerlo en solitario?
Me atrae mucho trabajar con otros artistas, cada uno lo hace de una forma diferente y, desde luego, no paras de aprender y enriquecerte con esa sinergia.
Creo que es muy importante que nos apoyemos entre nosotros, nadie nos va a entender mejor que los propios artistas y, sobre todo, son jóvenes que tienen las mismas ganas de trabajar y los mismos objetivos que tú. Antes de terminar la carrera, un artista ya consagrado me dijo que el pique que existe durante la carrera se esfuma en cuanto sales, y creo que es así.
Creo que es muy importante que nos apoyemos entre nosotros, nadie nos va a entender mejor que los propios artistas y, sobre todo, son jóvenes que tienen las mismas ganas de trabajar y los mismos objetivos que tú. Antes de terminar la carrera, un artista ya consagrado me dijo que el pique que existe durante la carrera se esfuma en cuanto sales, y creo que es así.
Hablando de colaboraciones, un acontecimiento muy importante en tu carrera fue trabajar junto a Xevi Fernández en la creación de estampados para su debut, el pasado febrero, en la fashion week de Madrid. Cuéntanos cómo surgió esta colaboración.
Conocí a Xevi un poco antes de que le confirmasen que estaba en la MBFW ese año. Yo estaba comenzando a meterme en el mundo del dibujo digital, a él le gustaba lo que yo hacía y viceversa.
Xevi trabaja con muchísimos materiales diferentes, y tenía uno en concreto que iba a estampar en un color liso; así que me propuso que hiciese un estampado para esa tela. Me explicó lo que buscaba con la colección y acepté. Fue muy fácil trabajar con él, teníamos mucho en común y el resultado fue bueno.
Xevi trabaja con muchísimos materiales diferentes, y tenía uno en concreto que iba a estampar en un color liso; así que me propuso que hiciese un estampado para esa tela. Me explicó lo que buscaba con la colección y acepté. Fue muy fácil trabajar con él, teníamos mucho en común y el resultado fue bueno.
Además, tú mismo has hecho de tus obras estampados para varias prendas, como camisetas, camisas y sudaderas. ¿Te interesa esta faceta más enfocada en el mundo de la moda?
Sí, a partir de unos dibujos que tenía y que comencé a crear, hice varios estampados para mí.
No me cierro a nada, es una industria muy potente y creo que un buen camino por el que avanzar. Hace poco recibí una oferta de una marca muy grande, ¡está en proceso!
No me cierro a nada, es una industria muy potente y creo que un buen camino por el que avanzar. Hace poco recibí una oferta de una marca muy grande, ¡está en proceso!
¿Cómo valoras el trato que se le da a la cultura en España tanto a nivel institucional como social?
Creo que el trato es bastante malo, en ambos niveles se la debería valorar más, puesto que apenas hay ayudas para la cultura contemporánea, y las que hay suelen ser una gran broma.
La educación artística es malísima en España, y así nadie va a aprender a valorar de verdad el arte contemporáneo ni la cultura actual. Se sigue enseñando lo mismo que hace 50 años y, lo que es peor, de la misma forma, cuando todo ha cambiado radicalmente.
La educación artística es malísima en España, y así nadie va a aprender a valorar de verdad el arte contemporáneo ni la cultura actual. Se sigue enseñando lo mismo que hace 50 años y, lo que es peor, de la misma forma, cuando todo ha cambiado radicalmente.
Para finalizar, ¿dónde te ves en el futuro?
No suelo pensar mucho en el futuro, estoy disfrutando mucho ahora mismo de lo que hago, pero me veo en el extranjero. Quiero viajar y ver mundo, estoy en esa etapa de buscar y descubrir dónde quiero vivir el resto de mi vida.
Si quiero vivir del arte, y si España sigue así, me va a ser muy complicado quedarme. Ahora vivo en Jaén; ¡Andalucía pone el listón muy alto!
Si quiero vivir del arte, y si España sigue así, me va a ser muy complicado quedarme. Ahora vivo en Jaén; ¡Andalucía pone el listón muy alto!
