En la costa caribe de Colombia tenemos una gran riqueza cultural: Cartagena, de donde viene Chongo; Santa Marta, de donde viene Andrés, y Barranquilla, que está muy cerca de las dos, son las ciudades más ricas y autóctonas. La cumbia, la salsa, la música africana, el pick up, los tambores, la gaitas, el millo… Todo esto es parte de cada uno, es lo que tratamos de plasmar en la música que hacemos.
La Guajira, exactamente Riohacha, de donde vengo –por eso todos los amigos y conocidos me llaman Guajiro–, es la tierra del vallenato, música de campo, de pueblo, de sentimientos y mucha poesía, donde muchos ritmos vienen de la cumbia. Ahora se ha convertido en algo muy diferente a lo que era. Ahora es más mainstream, aunque sigue siendo parte de nosotros, por eso tratamos de recalcar nuestras raíces.