El núcleo central del taller es la encarnación de ‘la’ postura flamenca, de sus diferentes figuras y calidades de movimiento (definidas como ‘secas’, ‘fuertes’, ‘pesadas’ o incluso ‘agresivas’) para ir ofreciendo, en un segundo momento, alternativas suaves, desequilibradas, indirectas, ondulantes, hipo-tónicas, etc. El objetivo final es entrar al flamenco desde una corporeidad más amplia donde los colores básicos del mismo se complementen con otros tonos distintos.