Si me pinchas, sangro. Si corro, o me excito, seguramente sudaré. Igual que si te pinchan, sangrarás. Yo sangro, tú sangras, nosotros sangramos, ellas, elles y ellos también. El cuerpo es la única frontera que no engaña, que no se puede alterar, que simplemente nace y vive en democracia. No obstante, hemos sido muy perversos, hemos sido extremadamente exquisitos en utilizar cada una de sus partes para narrar todos los acontecimientos que acontecen y un sin fin de sombras que legitimar. Y si hay un artista que lo ha entendido de verdad, ese es el fotógrafo colombiano
Felipe Beltrán Romero. Y le hemos entrevistado para que nos cuente todas sus exquisiteces. Porque su obra, que trata tanto el tema de las fronteras espaciales como sociopolíticas, me llena los ojos de lágrimas. Porque tú seguramente también llorarás.