Entendemos ‘humor’, entre otras cosas, como la capacidad de reírse de aquello que nos resulta tabú. Sin embargo, y ahora más que nunca, este puede verse limitado por la censura, al tocar tópicos que ironizan sobre los colectivos más oprimidos, potenciando, así, cualquier tipo de discriminación –digámosle misoginia, homofobia, etc. Y como reacción, algunos opinan que esta censura ataca a la libertad de expresión, alegando que ‘en el humor todo se vale’. ¿Caminan el humor y lo políticamente correcto de la mano hoy en día?