Desde el casting de modelos hasta el contenido audiovisual, pasando por el trabajo gráfico o la logo-manía, todo está cuidado al más mínimo detalle. Y con una estética muy concreta, que da lugar a un nuevo concepto, que han acuñado como ‘finesse–brutalism’. Y os preguntaréis qué es eso. Bajo una estética ruda y macarra, hay un trabajo minucioso cuidado al detalle. Los pocos recursos no les permiten, por ahora, seguir el ritmo frenético que se ha impuesto en la industria de la moda (y que, a pesar de las voces críticas, parece que ha llegado para quedarse).
Todo esto, reivindicando los valores del barrio, de lo urbano y de la ciudad, a la que se refieren como “la jungla de hormigón”. La verdad, no se me ocurre mejor definición. Esta entrevista nos descubre el universo de un joven madrileño dispuesto a romper barreras sociales, culturales y raciales a través de cómo nos vestimos.