El auge de la gastronomía es un hecho y la comunicación a través del gusto está a la orden del día. En el estudio creativo de Pepi de Boissieu, Baba au Rhum, la comida es una experiencia que va más allá del sabor, es el eje central para comunicar un concepto. Un proyecto único en el que a partir del arte y el diseño, Pepi crea eventos a medida donde la cocina es protagonista. Hablamos con ella de sus comienzos, su inspiración y su trabajo.
Me cuesta muchísimo describir Baba au Rhum pero básicamente es un estudio de comida donde desarrollamos proyectos hechos a medida para cada cliente. Cada proyecto es diferente, no se repite. Intentamos trabajar siempre buscando un concepto y lo que más nos importa es que haya una coherencia entre lo que se sirve y cómo se presenta. El discurso estético es vital.
Desde niña. En mi casa siempre se ha comido de todo, mis padres son amantes de la comida y mi madre cocina como los dioses. Pero no fue hasta los 19 años, cuando me fui a vivir a Brasil, que comencé a poner las manos en la cocina. Por aquel entonces tenía un Bed & Breakfast en la playa y fue allí donde empecé a cocinar mucho.
Baba surge de una manera muy orgánica. Estaba trabajando para Antoni Miralda y Montse Guillén, llevando el espacio de Food Cultura, cuando me empezaron a pedir que desarrollara proyectos propios para eventos.
Para nosotros es fundamental que la alimentación sea una herramienta más de comunicación. Creemos que justamente a través de la comida la gente se relaciona y nos gusta generar eso en nuestros proyectos.
El producto es clave. Creemos mucho en el producto local y de temporada, pero sobre todo apoyamos el producto responsable. ¡Me parece impensable servir en algún proyecto un huevo que viene de una gallina enjaulada e infeliz!
Tiene muchas fases. Primero es entender qué quiere comunicar el cliente. Por ejemplo, si se presenta una colección de moda queremos antes de nada saber en qué se inspiró, cual es su proceso creativo, etc. Después comenzamos a pensar en un concepto que sea viable y buscamos referencias visuales, probamos recetas, combinaciones posibles... A partir de ahí empezamos a definir cómo lo vamos a servir, cómo lo montamos, descifrar el discurso estético que va a tener.
En todo. Mucha lectura de comida, cine, fotografía, cuentos, fábulas, tradiciones, moda. Todo puede ser un referente y un disparador de ideas.
Intento viajar mucho, ver cosas que no conozco, leer y cocinar.
Te diría que no tengo profesión, que soy polivalente.
¡Claro que sí! (risas). Este año Baba au Rhum ha comenzado a hacer proyectos fuera de Barcelona, como en Nueva York y en París. Esta es un poco la idea, poder trabajar en otras ciudades.
Sagás.
El Caribbean.
Blanquette de veau.
Ciruelas.
Salado.
Brunch.
Cena.
Pescado.
Huevos.
Un buen arroz.
Alice Waters de Chez Panisse.
Para toda mi familia junta en mi casa de Barcelona, que vivimos cada uno en una punta diferente del planeta.
Agua de coco e indudablemente una buena hamburguesa (risas).
Cualquier disco de Marisa Monte.