Aunque su paso por televisión queda ya lejos, no puedo evitar recordar el momento en que Mónica Naranjo dio su veredicto en aquel talent show musical de 2012, donde le prometía a una jovencísima Amaia que dentro de unos años volaría. Y no se equivocó. Con poco más que una guitarra, un piano y sus vivencias cotidianas ha conseguido entrar en el imaginario transgeneracional mostrándose tal y como es. En su primer álbum, Pero no pasa nada, producido por Santiago Motorizado, narró sus pensamientos de la forma menos artificiosa y más delicada posible, dejando a todo un país con ansias de verano y de abrazos. Pero según cuenta, su nuevo disco será algo distinto. Y no, no es que reniegue de tiempos pasados, pero ahora es otra. Es lo que tiene sumar años, que ganas en confianza y seguridad: “Cuando escucho aquellas canciones siento que ahora no me representan tanto, en estos dos años he cambiado mucho, casi como si fuera otra persona”.
Otra persona cuyos nuevos derroteros musicales ya empezamos a descubrir con El encuentro, el temazo que comparte con Alizzz, a la postre productor de su segundo álbum. Tras el avance del primer single, Yo invito, del tema que lanzó a finales del año pasado en el que colabora Rojuu, Quiero pero no, y del reciente Yamaguchi, un sentido homenaje en forma de jota a su parque favorito de Pamplona, Amaia está lista para mostrar al mundo su nuevo álbum y cautivar a ese público fiel que la sigue allá adónde va. Hablamos con ella largo y tendido, y aunque no ha querido desvelar demasiado acerca del disco, esas pequeñas pinceladas que comparte nos hacen pensar que este nuevo lugar va a ser mágico.