Si buscamos su nombre en internet encontramos 19.600.000 resultados en 0.22 segundos. Y es que a estas alturas Alfonso Casas se ha convertido en uno de los ilustradores del 2.0 más reconocidos. Sus ilustraciones cargadas de ironía y sinceridad representan su visión de la realidad, Alfonso ilustra el mundo que le rodea a partir de sus vivencias personales y de la ciudad de Barcelona como escenario principal. Aprovechamos el lanzamiento de su nuevo libro en solitario “Fast Love” para preguntarle sobre su trabajo, qué espera de 2015 y si aún hay esperanza para el amor en el los tiempos de Instagram.
Soy Alfonso Casas, y soy ilustrador.
Amores Minúsculos fue una idea que ya me rondaba la cabeza cuando iba a la escuela de arte en Zaragoza. Siempre me han interesado las historias que se cuentan desde distintos puntos de vista, que nos permiten acercarnos a un acontecimiento cualquiera desde una perspectiva mucho más amplia. Por ejemplo, en una cita, hay un hecho objetivo que es la cita en sí, y otro muy distinto de cómo lo viven ambas partes. Cuando me propusieron publicar mi primera obra en solitario no lo dudé, y empecé a convertir esa idea en lo que fue “Amores”. La obra de teatro vino mucho después, hace ahora un año, cuando unos chicos se enamoraron de la historia y decidieron que querían llevarla al teatro en Madrid. Lo cierto es que la obra está funcionando muy bien, y hay mucha gente que está conociendo el cómic gracias a eso.
Esa es la pregunta del millón. Creo que siempre hay algo de uno mismo en lo que se dibuja, pero aunque ambas obras están basadas en sentimientos reales, casi nunca hablan del momento presente, sino de situaciones pasadas en las que a veces piensas y que transformas las pequeñas “reflexiones de libreta” que son mis últimas ilustraciones. Tampoco todo lo que dibujo habla de mí, estaría muy jodido si así fuera.
Yo creo que vivimos una realidad que es muy diferente a la de hace unos años. Las nuevas tecnologías influyen en el amor como influyen en los sistemas de aspersión o en la forma de desplazarnos, y simplemente nos tenemos que adaptar a ello. Personalmente sigo prefiriendo el directo, sobre todo porque a veces la imagen que alguien quiere proyectar y la realidad son bastante diferentes.
Creo que estas redes son fundamentales para la difusión de un trabajo. Las posibilidades de llegar cada vez a más gente es enorme, sólo con que una persona comparta tu ilustración, ésta llega a un nuevo grupo de personas que nunca la hubiera conocido de otra manera. En mi caso, además, el feedback de la gente es muy positivo y estoy muy agradecido por ello.
“Fast Love” es una recopilación de los trabajos que he ido publicando en redes sociales durante este último año y también material inédito creado especialmente para el libro. Hay amor, desamor y también mucha mala leche.
Creo que vivimos en un momento en el que las cosas se quieren de inmediato, nos hemos vuelto cortoplacistas y ya no luchamos por mantener algo, lo reemplazamos por algo nuevo y seguimos adelante, nos creamos constantemente nuevas necesidades que hace dos días no conocíamos y de repente se vuelven indispensables. Apenas le damos valor a las cosas, y eso también nos pasa con el amor.
Que follara más. Y que muchas veces pensara que no está enamorado, porque el amor tiene que ser “algo más”; pero seguramente se equivocará y no será capaz de ver que tendrá el amor delante suyo y lo dejará pasar.
Generalmente uso papel y rotulador porque me gusta la sinceridad que eso genera. Es la idea desnuda, sin artificios. Muchas veces tacho, los dibujos no son perfectos, y sin embargo me parece la manera más directa de expresarme.
No creo que Barcelona me haya influido como ciudad, sino más bien como escenario. Yo dibujo sobre lo que vivo, jamás podría escribir sobre ciencia ficción porque me viene muy grande. Escribo sobre las pequeñas cosas que me pasan y que a veces se me hacen un mundo, y esas pequeñas cosas me suceden en Barcelona.
En 2015 tengo un par de proyectos de los que todavía no puedo decir nada pero que me hacen mucha ilusión, y abriré mi página web donde pondré a la venta algunos productos que estoy preparando con gente muy guay. Además será el año que le meta caña a Señor Miedo, un personaje que creé cuando llegué a Barcelona y del que estoy completamente enamorado. Espero que 2015 sea su año. Y el mío, claro.