¿Y qué se puede comer aquí? Nos recomendaron el sushi, así que empezamos por ahí: delicioso. Probamos el nigiri frito con gambas en su jugo y el gunkan de atún picante con huevas de pescado y mayonesa. Pero hay más opciones, como el nigiri de salmón braseado, salsa kabayaki y mermelada de higo o el gunkan de salmón con chutney de mango. Y de Japón a México, porque acabamos con unos tacos de tortilla de maíz con estofado de cerdo asado a fuego lento, cebolleta encurtida en vinagre y salsa mexicana que, en realidad, más que unos tacos son unas tostadas, de cualquier forma están buenísimos y no repetimos porque queríamos probar el postre, unos mochis de diferentes sabores (coco, matcha, chocolate y frambuesa) que fueron el cierre perfecto a una cena impecable. Otros platos principales que figuran en la carta, el cordero asado en brocheta con verduras aderezadas con lima y salsa de yogur, el bao de cerdo estofado con mayonesa de ciruela japonesa y ketchup Bloody Mary y el bizcocho relleno de langosta al ajo con mantequilla y un toque picante. Añade a esto algo de picoteo para abrir la noche (jamón, tabla de quesos, gambas de formentera) y una lista de cócteles con nombres tan sugerentes como Don’t Worry, Be Apple, Al alba, Tres continents o Tocant el cel y ya tendríamos la carta al completo. Nosotros probamos el Smoked Margarita con mezcal y tequila, por cierto, tan rico como todo lo demás.