Del éxito a la autorrealización, pasando por el estilo y el carácter. Perseguidos desde tiempos inmemoriales, todos y cada uno de estos conceptos han visto cómo su significado adquiría nuevas connotaciones, mudando su piel cada cierto tiempo en sintonía con los valores imperantes. La riqueza ha roto su (hasta ahora intrínseca) relación con el dinero para aproximarse a la libertad. El orgullo ha puesto punto y final al pacto con el egoísmo para aliarse con la colaboración y la ayuda mutua. Y el Pasha de Cartier, convertido en objeto de deseo de hombres y mujeres hace 35 años, bebe ahora de la energía de los más jóvenes a la vez que aprovecha para aprender de ellos. Una energía que respira diversidad, apertura de mente y autodeterminación.
El icónico modelo de Cartier ya rompió moldes en los ochenta, al distanciarse de las formas redondeadas extendidas en la alta joyería. Un cuadrado insertado en un círculo le valió para posicionarse públicamente del lado del avance. Toda una declaración de intenciones que evidenciaba, ya por aquel entonces, un manifiesto rechazo al estancamiento y el hermetismo. El reloj de culto se reinventa a favor de la personalización y la sofisticación. Una espinela azul o un zafiro recubre ahora su corona de cuerda, introduciendo a su vez un nuevo grabado personalizable en forma de iniciales. Un detalle oculto e imperceptible pensado por y para uno mismo, en sintonía con la más actualizada concepción del éxito basada en el autocuidado. Todas las versiones –acero, oro y piel– son intercambiables entre sí, permitiendo adaptar el reloj a los distintos escenarios del día a día.
El modelo actualizado presenta distintas correas entre las que elegir. Desde un brazalete de oro rosa de 18 quilates para los más clásicos, hasta una correa de piel de aligátor en violeta pensada para los más atrevidos, sin olvidar la versión que incorpora más de trescientos diamantes talla brillante en el interior de su esfera. Toda una obra de ingeniería. El reloj Pasha de Cartier no entiende de géneros ni etiquetas, característica que comparte con sus cinco nuevos embajadores: Rami Malek, Willow Smith, Troye Sivan, Jackson Wang y Maisie Williams. Un quinteto de excepción que abandera los valores de la comunidad Pasha con un denominador común: haber hecho de la autenticidad y la ambición su fórmula de éxito.