Al fondo, una mesa llena de bisutería delicada y moderna conversa con tocados florales, gorritos, pajaritas y gemelos afeminados de mariposas, corazones y estrellas. Entre los dos probadores, un sofá está acompañado de un cuadro, una planta y un autorretrato de Rafa García Forcada, el alma creativa de La Importadora, que él define como una proyección de su propia cabeza. Recuerdos, conocimiento, inquietudes, ideas, educación… trasladado a un espacio donde todo tiene un desorden ordenado a través de tres canales: arte, moda e interiorismo.
Con aspecto de joven diseñador, Rafa esconde un artista en su interior. Formado en bellas artes, es creativo, inquieto y asegura hacer de su trabajo su vida. Para él la moda es una manera de manifestarse según el momento en el que te encuentres, los gustos, el entorno, etc. La pintura, su lenguaje, la aplica sin pudor en sus prendas: colores, volúmenes, texturas… Bajando las escaleras encontramos su escondite: un espacio más personal, con varias prendas expuestas, bocetos sobre una mesa y más cuadros. Aquí Rafa atiende a sus clientas y diseña. Aquí sale a la luz el verdadero Rafa, que asegura que hacer vestidos de novia es una de sus pasiones.
Orgulloso de la creación de La Importadora y del disfrute de sus asistentes, el deseo de Rafa para el próximo año es otra apertura. De hecho, Madrid para él siempre fue un sueño, un sueño hecho realidad en un espacio donde todo fluye y participa de todo.





