Camper ha destacado desde sus inicios por su insistencia en apostar por lo diferente. Así lo hicieron hace treinta años en 1988, cuando al lanzar el modelo Twins cuestionaron la idea de que un par de zapatos deben de ser idénticos. Desde ese entonces hasta el día de hoy, temporada tras temporada, el modelo ha celebrado la asimetría y el individualismo.
Treinta años después, la marca continua con este enfoque de la mano del director creativo Romain Kremer, que desde 2014 le ha dado un giro importante, en particular con colaboraciones como esta del artista y fotógrafo Filip Custic. En esta ocasión, Filip presentó tres instalaciones junto a María Forqué, Soraya Rosales e Ismael Toniá, en las que, como ya viene siendo habitual en su trabajo, jugó con conceptos como la gravedad y el espacio para crear unas escenas teñidas de poesía onírica y surrealismo.