Yo creo que, en mi caso, el arte es el que ha salido en mi busca, el que se ha empeñado en tener una relación seria y formal conmigo. Como te decía, yo le huía desde pequeña, pero al final me he dado cuenta de que es mi amor verdadero: me gusta mezclar colores, mancharme las manos, me gusta, en definitiva, poner a trabajar la creatividad y ver qué sale. El camino ha sido tortuoso, intrincado, difícil, pero creo que como el de cualquiera que decide dedicarse a una profesión creativa: recibes muchas más coces que cariño, hay más obstáculos que calles despejadas, pero es parte de su magia también.