Es difícil no ser artista. Así es para Neo Andrómeda, este movimiento multidisciplinar que con su proyecto defiende que todos somos musas, todos somos artistas. Y ellos no quieren estar un peldaño más arriba de aquellos que los inspiran, sino que pretenden representarlos. “Es absurdo creer que la obra es solo de los artistas”, dicen, y por eso rehúyen del modelo de pop clásico con su música experimental mientras proponen una alternativa, cuestionando y replanteando la manera en la que consumimos y creamos música y todo aquello que es fruto de la cultura popular.
Y es que el público es, ahora más que nunca, partícipe de todas las obras que consume; se convierte en creativo de ellas, haciendo que su significado pueda cambiar o verse alterado y agitado según la respuesta y el feedback que recibe; según los likes, según las reacciones, según los comentarios... ¿Por qué tiene sentido que el artista pop siga siendo un referente?