Rodeado de una familia de médicos, Víctor Maza sintió curiosidad por aquello que no formaba parte de su día a día, como el mundo visual, desde bien pequeño. Tras convertirse en director de arte y mudarse de Barcelona a Madrid hace cinco años por trabajo, ha decidido alimentar su otra pasión, la música, en la que ya hizo sus pinitos de adolescente con una banda de punk-rock. Ahora, más maduro pero con ganas de seguir explorando su propia identidad, lanza Massa, su nuevo proyecto musical.
Hoy mismo, 2 de junio, publica su EP debut, titulado Les desgràcies del món davant la felicitat d’un mateix, con el que explora la música electrónica a su propia manera, y cuyos siete temas ha cocinado a fuego lento durante un año. Gracias a su formación musical autodidacta, esa exploración es más naive o incluso genuina a pesar de los problemas técnicos con los que se encuentra eventualmente – nada que no pueda resolver con tutoriales de Youtube, confiesa. Sin tener claro cómo o cuándo lanzarlo, encontró en la cuarentena el momento perfecto para meterse de pleno en redondear el concepto, atar cabos sueltos, y pulir los detalles. Os dejamos con esa primera versión de Massa, que seguro no es la última.
Detrás del proyecto musical Massa encontramos a Víctor Maza, director de arte que mayormente trabaja en publicidad. ¿Qué importancia tuvieron en tu infancia el arte (el mundo visual) y la música? ¿Por qué te decantaste por el primero a nivel profesional?
Vengo de una familia de médicos y la verdad es que en casa nunca hubo ni arte ni música, y creo que es justamente eso lo que hizo despertar mi curiosidad por probar cosas distintas. Empecé con la típica banda de punk-rock a los 15 y eso fue lo que me puso en contacto con el mundo visual, me flipaban los artworks de los discos, los videoclips y las camisetas. Fue la música lo que me llevó a mi profesión.
Has llegado a un punto de inflexión en el que quieres huir de las grandes marcas y poder crear sin límites, de manera personal y auto-exploratoria. ¿Cuándo y por qué decides dar este paso?
Cuando me mudé de Barcelona a Madrid para currar en una agencia me vi obligado a dejar la banda en la que tocaba en ese momento (Dear) y estuve tres años sin hacer nada. Un día fui a una entrevista de trabajo y el tipo que revisaba mi portfolio (un director de arte brutal) me dijo que el mejor trabajo que tenía no era para ninguna marca… sino el videoclip, los pósters y el disco que había hecho para mi anterior banda. A partir de ahí me di cuenta de que hacer música me permitía hacer una dirección de arte completa, explorando la coherencia entre el sonido, el concepto de la música y los visuales. Y además sería mi mejor trabajo.
Como bien apuntas, ‘massa’ significa ‘demasiado’ en catalán. En tu caso, ¿‘demasiado’ qué? ¿Hay algún juego de palabras? ¿O es solo porque se parece a tu apellido?
Soy una persona que, para lo bueno y para lo malo, se toma las cosas muy enserio –quiero mucho, sufro mucho y me genero muchas expectativas con cada proyecto que hago y le meto toda la ilusión del mundo. El nombre, aparte de tener ese juego con mi apellido, me pareció perfecto para definirme y también me servía para darle un concepto al proyecto con ese ‘Massa significa demasiado’.
El 2 de junio te estrenas con tu primer EP, Les desgràcies del món davant la felicitat d’un mateix (Las desgracias del mundo ante la felicidad de uno mismo). ¿Cómo ha sido el proceso creativo de tu primer trabajo musical?
Cuando arranqué el proyecto me definí una premisa muy clara, iba a ser un proyecto musical y creativo sin prisas, y durante más de un año he ido sacando bases, melodías y sonidos que me gustaban. Empecé a compartir algunos temas con gente en la que confío y la cosa iba cogiendo cierta coherencia, pero no encontraba el tiempo para buscarle un concepto y darle el mimo que merecía, hasta que nos encerraron en casa y vi que era el momento perfecto.
Con este trabajo, planteas un debate “sobre el equilibrio natural de las cosas, sobre la harmonía entre el bienestar personal a pesar de las mierdas que nos rodean.” Aunque ya tenías la música casi acabada antes de la cuarentena, la estás lanzando ahora que vemos un poco más la luz al final del túnel. ¿Cómo concebiste el EP inicialmente y qué cariz nuevo crees que ha tomado tras la pandemia?
El concepto del disco salió después de viajar a China y a India, al volver a casa no me sacaba de la cabeza esta idea de ‘estar bien’ aun sabiendo las cosas que pasan en el mundo. Es un equilibrio muy raro, no sé si es justo, si es necesario, pero parece que todo sigue, ¿no? Cuando nos tocó confinarnos, el concepto cogió otra dimensión y se ponía en práctica a otro nivel. Hemos intentado mantener la cordura, hemos cocinado bizcochos, hemos hecho ejercicio y hemos hecho video-cervezas con amigos aun sabiendo todas las movidas que había ahí fuera.
Muchos artistas componen/cantan en inglés o en castellano para poder llegar a audiencias más amplias y ser más rentables comercialmente hablando, sin embargo, tú te arriesgas a hacerlo en catalán porque sientes y piensas en tu idioma. Personalmente, me parece genial y lo más natural, dotando tu trabajo más credibilidad. ¿Consideras que componer en castellano o inglés sería comprometer tu identidad artística, por ejemplo?
Puede sonar muy cursi pero yo considero que siento y pienso catalán, y es algo que me parece precioso. Al final, Massa es un proyecto muy introspectivo y si cuando hablo conmigo mismo lo hago en catalán, Massa tenía que ser en catalán.
Uno de los primeros temas con videoclip es El millor de marxar és tornar (Lo mejor de irse es volver), dirigido por Pablo Carpal, pero cuyas imágenes dirigiste tú en un viaje a Shanghai. Cuéntanos un poco más cómo surgió.
Pablo y yo somos amigos desde que éramos enanos, él es ilustrador (@pablocarpal y videocreador (@pblcrpl). Pablo tiene una sensibilidad visual como pocos y me fascina su capacidad de mezclar lo tangible con lo digital.
El millor de marxar és tornar tiene mucho de viaje, de separación, de anhelo y reencuentro. Por eso cuando Pablo supo que me iba a China me envió su handy cam por correo postal y me animó a documentar mi viaje. Ahora, las imágenes que grabé se mezclan con paisajes digitales de Google Maps, páginas de atlas y cartas estelares, conformando un relato que no nos deja distinguir lo que es sueño o realidad.
En la imagen de Massa vemos claramente tu ojo de director de arte. ¿De qué manera has trabajado los visuales para que reflejen lo que transmites con tu música?
Definir la parte conceptual al inicio me ayudó mucho a visualizarlo, desde el principio quería reflejar ese equilibrio natural de las cosas. Empecé con ilustración, pero rápidamente me di cuenta que me pedía algo más tangible, con volumen y espacio, algo que te hiciera sentir más el equilibrio. Empecé a trastear programas de 3D, probé distintos objetos y texturas hasta que llegué a una de las piedras que hay en la portada y me encantó esa mezcla entre materia prima, pesada y solemne. Esas piedras de alguna manera nos muestran ese equilibrio natural y frágil sobre el que convive el yo con el resto del mundo.
Entre tus influencias citas a Kiasmos, Thom Yorke, Moderat y Ferran Palau. ¿Cómo conviven todos estos universos tan diferentes en el de Massa?
Si no recuerdo mal, Yung Beef, Moderat y Ferrán Palau fue mi música más escuchada en el 2019. No lo sé, la verdad es que me encantan el trap, el techno, el ambient y el pop metafísic que se han inventado Ferran Palau y El Petit de Cal Eril. Me fascinan las melodías progresivas de Moderat, los paisajes de Kiasmos, las voces y loops de Yorke y la magia y cercanía de Ferran Palau. De cada uno saco cosas y las proceso con Massa.
Profesional del pack Adobe, ahora has estado trasteando con sintetizadores, imagino que Ableton, y demás cacharros y softwares para producir música electrónica. ¿Qué es lo que más te ha gustado y lo que menos del proceso creativo musical y de conformar un EP?
Sin duda, esto ha sido lo peor y lo mejor de todo. Lo que más me ha gustado ha sido descubrir que con un micro, unos cascos y un iPad se puede hacer el esqueleto de un tema, además de lo apasionante y divertido que es descargar y jugar con los miles de sintetizadores que hay por ahí. Lo que peor llevo es la parte técnica del tema porque soy totalmente autodidacta, pero bueno, nada que no se solucione con tutoriales de YouTube.
Acostumbrado a estar detrás de las pantallas, no sé si tienes planteado tus lives para cuando podamos volver a ir a conciertos y festivales. ¿Cómo traduces tu música en un formato en vivo?
No sé muy bien si Massa está hecho para ser un directo, creo que me apetecería más enfocarlo como un DJ set, pero la verdad es que mientras podamos volver a ir a conciertos y festivales, me doy por satisfecho.
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