Hadren, el artista musical emergente que no ha desperdiciado ni un segundo de este último año. Durante el confinamiento debutó con From Myself to Myself, una mezcla de melodías burbuja, techno puro y vocales distorsionadas, y el tema que le sirvió para demostrar el calibre de su talento musical y artístico. Ahora, cierra 2020 a lo grande con el lanzamiento de Everything From Now, un disco que él mismo describe como “una película auditiva techno en la que ocurren diversos sucesos”. Como avance, aquí va en exclusiva el estreno de su nuevo videoclip Angels.
Su nombre real es Adrià Arbós y con 19 años se está forjando una carrera musical nada desdeñable que está en su fase de despegue. El artista queer de Barcelona mezcla todo lo que siempre le ha gustado: indie, techno y ambient; pero lo suyo va más allá de la música, su visión global le lleva también a ocuparse del contenido visual y la estética de sus producciones. Así lo ha demostrado con Angels.
Cuéntanos sobre ti, ¿quién es Hadren? ¿Cómo nació tu interés por la música, la experimentación, la composición e, incluso, la estética?
Se me da fatal definirme, no sé ni yo mismo quién soy, pero sí sé lo que me gusta, lo que me interesa, lo que siento y lo que no. Desde la infancia he tenido un contacto bastante directo con la música. Mi padre de joven trabajaba en una tienda de discos y había hecho de DJ, y mi madre siempre me ha puesto música de todos los géneros, así que mi pasión por la música se la debo un poco a ellos, en realidad. Eso sí, no me di cuenta de que quería dedicarme a ello hasta hace un año y medio, cuando llevaba tiempo sintiendo la necesidad de crear algo propio. Quería crear la música con la que siempre había soñado pero nunca había escuchado. Además, estoy en pleno proceso de aprendizaje y siento que cada vez tengo más que ofrecerle a mi música. Ahora, por ejemplo, estoy aprendiendo a tocar el piano, pero hace unos meses no sabía ni lo que era un acorde. No sé, es un camino muy lento y muy duro a veces, pero lo estoy disfrutando mucho.
¿Y tu interés por la imagen?
Siempre me ha interesado que se acompañe mi música de una imagen y una estética, para darle más cuerpo y sentido a lo que hago. Antes de todo esto, era estudiante de diseño y fotografía, así que pude aprender a desarrollarme en este sentido y ahora lo agradezco mucho, ya que puedo materializar mis ideas y ejecutarlas como quiero.
Acabas de lanzar Everything From Now, un disco conceptual de cinco temas, ¿cómo lo definirías a quienes todavía no han escuchado lo que haces?
Aparte de ser un EP, es una película auditiva techno en la que ocurren diversos sucesos. Este EP tiene introducción, nudo y desenlace, y me genera mucha curiosidad saber cómo lo van a sentir las personas que lo escuchen entero, con sus partes más bonitas y tranquilas y con sus partes más intensas o amargas.
A la hora de componer, ¿tienes alguna fuente especial de inspiración? ¿Cómo funciona tu proceso creativo?
Me inspira muchísimo escuchar otros artistas, ver qué han hecho, qué han puesto, qué han tocado, qué han dicho. Suelo ser más creativo y hago cosas más interesantes cuando estoy sintiendo algo en el momento. Cuando siento rabia, por ejemplo, suelo tirar al techno oscuro y ruidos súper molestos y agobiantes, en cambio, cuando estoy más relajado o contento suelo crear melodías y atmósferas. Juego un poco con las emociones y dejo que se viertan en mis proyectos. A veces no siento nada en concreto e intento crear un sonido con el que me sienta cómodo, y a partir de ahí me voy inspirando y todo va fluyendo. A veces no sale nada y estoy aprendiendo a aceptarlo, no siempre se puede estar creando, y no pasa nada.
Con títulos como Infierno, This Isn’t Heaven o Angels, este EP tiene algunas referencias bíblicas o infernales. ¿Cuál es el hilo conductor entre los temas?
Tanto el EP como el videoclip narran la historia de un protagonista que se encuentra en un lugar de aparente comodidad, aunque sabe que hay algo extraño en ese lugar. Angels habla de ese sitio, el falso cielo o falsa felicidad en la que todo es perfecto y donde no existe el mal. Con This Isn’t Heaven, en cambio, nos damos cuenta de la verdadera realidad. Hay que ser muy valiente para tocar el Monolito, The Monolith (Interlude), y adentrarte en ese lugar oscuro en el que aprendes a entender y a ver las cosas desde una perspectiva completamente nueva (All I Can See Is You in a Dark Street Full of Empty People). Pero más aún, aceptar la situación en la que te encuentras y apoderarte de ella. Ese es el verdadero Infierno.
¿Cómo ha sido este viaje del cielo al infierno?
En lo musical y durante el proceso de producción, hacer todo este camino ha sido muy intuitivo la mayoría de las veces, simplemente intentaba pensar a qué sonaban las cosas, Me preguntaba, ¿qué forma sonora tiene esto? Y me venía una idea y la trabajaba hasta que conseguía que tuviera sentido. Por ejemplo, a mí el cielo me suena a atmósferas, pads, coros, destellos... Y el paraíso a persuasión, tranquilidad, a la sensación de estar en un spa... Así que hice una atmósfera muy envolvente con la que uno se pudiese dejar llevar. Está claro que cuando se le suman más elementos a la canción, los sonidos pueden perder su función, pero esa es la intención. En los momentos en los que me era más difícil identificar el sonido de las emociones que quería transmitir, escribía.
El monolito es un símbolo recurrente en el disco, ¿qué representa?
El símbolo del Monolito nació a raíz de la colaboración con Júlia Peña, la directora del videoclip de Angels. Le conté cuál era para mí el significado y el concepto general de todo el EP y construimos el imaginario del videoclip. En el caso del Monolito, representa visualmente un portal o nexo de unión entre dos mundos, una especie de glitch. En el terreno bíblico, se podría decir que se trata de la manzana moderna.
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Hablando del videoclip, veo que también te involucras mucho en todo el tema visual.
La verdad es que me gusta involucrarme en todas las partes del proceso creativo que engloban mi música, en este caso siento que la imagen es también un reflejo de ella, por eso colaboré con Júlia, sabía que iba a poder encajar su sensibilidad con mi sonido. Ella trabaja de una forma muy intuitiva basándose en su imaginario, algunas escenas del videoclip están inspiradas en sueños suyos, o en las largas conversaciones que hemos tenido sobre las sensaciones de las que habla el EP. Ha sido muy interesante trabajar con ella y ver lo mucho que se ha involucrado en este proyecto. Han habido muchas personas trabajando en esto, compartiendo un mismo objetivo, y ahora que lo veo con más perspectiva, siento que ha sido un proceso duro pero también muy enriquecedor. También debo hablar de ciertas referencias visuales que han contribuido al resultado final, Chris Cunningham, Björk, Aphex Twin, Spike Jonze, o Stanley Kubrick entre otros.
Angels no es el primer videoclip que lanzas. Debutaste con el tema From Myself to Myself hace unos meses, con un video musical producido en colaboración con el artista Joel Izeon. ¿Cómo ha evolucionado tu música desde entonces?
Es verdad que no es el primer videoclip que lanzo, en From Myself to Myself la animación la hicimos Joel y yo a solas y con muchos menos recursos. Sin embargo, esta vez ha habido mucho más trabajo, personas implicadas, y por qué no decirlo, dinero también. En este caso, Joel se encargó de la dirección artística.
Es gracioso que me preguntes cómo ha avanzado mi música desde esa canción, porque el EP que lanzo ahora es anterior a From Myself to Myself, hace unos 9 meses que está hecho. Sí que es verdad que lo he ido retocando y retocando un montón de veces a medida que iba pasando el tiempo e iba aprendiendo. Al principio sonaba todo muy mal, menos mal que lo saco ahora que sé más de mixing y mastering. Tenía muchísimas ganas de sacarlo.
Como artista queer que forma parte de la generación Z y de la escena independiente de Barcelona, ¿qué esperas comunicar a quienes escuchan y disfrutan tu música?
Quiero que todo el mundo se sienta libre de sentir e interpretar lo que quiera con mi música, y al igual que celebro la diversidad fuera de la música, para mí es muy importante la diversidad dentro de ella también. Creo que la música es algo muy espiritual que tiene la gran virtud de poder unir a mucha gente distinta en una misma pista de baile, haciendo que todos compartan un mismo sentimiento.
¿Qué esperas poder aportar a la industria musical de esta generación?
Siento que la mayoría de artistas que hacen música como la que hago actualmente suelen tener un público mucho más underground. También los hay que han conseguido llevar lo underground al mainstream, como Flume por ejemplo, que ahí donde lo vemos es alguien muy experimental, o James Blake; los dos hacen cosas muy diferentes y han conseguido mezclar lo comercial con su propio estilo llegando a un público mucho más amplio. Creo que han sido muy listos. Pienso que, al final, en el momento en el que vendes tu música se convierte en un producto, y en el caso de este EP creo que he conseguido mezclar lo comercial con lo experimental, y quizás eso va a hacer que le pueda gustar a más personas. Pero los proyectos en los que estoy trabajando en este momento se alejan bastante de lo comercial, y no sé si van a gustar tanto, aunque no me importa demasiado. La música primero la hago para mí, y luego para los demás.
¿Has considerado seguir explorando tu talento musical en alguna otra ciudad o país? ¿O en alguna otra área creativa, cine, literatura, pintura, fotografía…?
Muchas veces pienso que en Berlín tendría más oportunidades, pero aún no he tenido tiempo de ver cómo me puede ir por aquí, me encanta Barcelona y en principio mi intención es quedarme, pero quién sabe. Y sí, totalmente, me encanta el cine, la fotografía, el diseño, mi intención no es solo hacer música y ya está, sino mezclarla con todas las disciplinas creativas.
¿Con qué artista(s) te gustaría colaborar en el futuro, y en qué festival o evento musical morirías por participar?
Iba a ser modesto, pero me gustaría mucho hacer música con Arca, Catnapp, Mount Kimbie, Bearcubs, La Chica, Sevdaliza… Entre otros. Me encantaría participar en el Sónar, es una de mis metas como artista. En el Primavera Sound, Paraíso, Ms Dockville en Hamburgo, que es precioso… Muchos sitios, pero sobre todo en Sónar ya que siento un lazo muy fuerte desde que fui por primera vez y vi a tantos artistas a los que admiraba en mi ciudad.
A veces cantas en inglés, otras en castellano. En un mundo cada vez más global, en el que nos educamos escuchando varios idiomas, es lo más normal supongo. ¿Hay algo que te haga decantar por un idioma u otro?
La gran mayoría de música que escucho suele ser en inglés, por lo que me suele salir más natural escribir en inglés y me parece más sexy. Quizás también porque no es mi idioma materno. Pero sí, también me gusta escribir en castellano porque se expresarme mucho mejor y es el idioma que uso más, quizás algún día cante en catalán también.
Con 19 años y una carrera musical en su fase de despegue, ¿cómo o en dónde te ves dentro de cinco años? ¿Cuáles son tus planes de futuro?
Me veo manteniéndome económicamente de la música, porque actualmente estoy trabajando en un supermercado y no es algo que quiera seguir haciendo toda la vida, la verdad. También me veo actuando en festivales y fiestas, sabiendo tocar muy bien el piano, teniendo mucho más conocimiento musical y rodeándome de artistas. Y, sobre todo, rodeado de más música, siempre.
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