No dejar indiferente al espectador y conseguir vivir de ello en el intento. Con estas palabras tan auténticas y directas resume Coté Escrivá el sentido de sus proyectos. Creaciones híbridas, entre lo artístico y comercial, que se alimentan del arte urbano, la cultura pop y la animación tradicional para dar vida a un estilo propio que logra atraer e impactar, en ocasiones, con un sentimiento de familiaridad desconcertante. Tras haber expuesto en ciudades como Londres, Los Ángeles o Barcelona, este diseñador y artista valenciano, nos abre las puertas a su universo creativo.
¿Recuerdas cuándo cogiste un lápiz por primera vez?
No sabría decirte. Creo que llevamos demasiado tiempo juntos. Siempre me ha encantado bocetar, incluso más que otros procesos del dibujo como entintar o colorear. Para mí bocetar es no pensar, dar rienda suelta a la imaginación y plasmarlo sobre el papel, simplemente me encanta.
¿Qué te impulsó a dedicarte al arte y diseño gráfico?
Bueno, pienso que uno debe conocerse a sí mismo. Supongo que el darme cuenta que son cosas que se me dan bien, y sobre todo que disfruto haciéndolas.
¿Cuál fue el primer trabajo o proyecto del que te sentiste realmente orgulloso?
Cuando empecé a trabajar como diseñador freelance tenía varios clientes que me pedían diseños de camisetas, triunfaron mucho, y durante una época las veía mucho por ahí, me hacía sentir muy bien. Aunque, cuando realmente me sentí orgulloso, fue con mi primer proyecto para una tienda; realicé el naming y toda la imagen de una tienda de zapatillas del centro de Valencia. Estaba cerca de mi casa y siempre que iba con alguien intentaba pasar por la puerta para enseñársela (risas).
¿Un referente sin el que tu trabajo no sería el mismo? ¿Y una experiencia que haya marcado tu estilo?
Tengo varios referentes que han influido en mi trabajo por igual: McBess, Piet Parra, Kaws, Gary Baseman, Sephard Fairey, Banksy... Más que una experiencia, quizá, te hablaría de la pieza que más me ha marcado: The Screaming Hand, de Jimbo Phillips para Santa Cruz Skateboards. Desde pequeño me ha fascinado. Sería increíble conseguir hacer una pieza tan icónica algún día.
¿Qué no puede faltar en tu espacio de trabajo?
Música, ¡por favor! y chicles (risas). Desde que dejé de fumar, son imprescindibles en algunos momentos de máxima concentración.
¿Tienes algún material o técnica favorita?
Aunque reconozco que no soy un virtuoso de la materia, me encanta modelar con plastilina y pastas similares. Desde pequeño lo hago, y ahora agradezco no haber perdido la costumbre.
¿Qué aporta tu faceta como diseñador a tu trabajo más artístico?
Tal vez la parte más comercial se la debo al diseño, el ver los objetos como cosas que se han de vender. En ocasiones, no solo hago una cosa porque me apetezca o porque sienta que debo hacerlo, como haría un artista; a menudo pienso también en su aspecto comercial.
Entre tus proyectos encontramos varios toys. ¿Cuándo decidiste comenzar a experimentar con ellos? ¿Qué significan para ti?
Quizás la parte más entretenida de mi trabajo sea el juego. Y el trabajar con toys, es lo más parecido a jugar. Para mí, los toys son un paso más, conseguir sacar del papel y dar vida a algunos de mis personajes. Es una disciplina que me gusta mucho y de la que me queda mucho camino por recorrer.
¿Si alguno de tus personajes pudiera hablar qué diría?
“Soy demasiado feo, podrías haberme hecho más guapo, ¿no?” No sé, cosas así (risas).
¿Qué te gustaría lograr con tus creaciones?
Mi intención es ir creando una marca, algo característico con lo que se me reconozca, que llame la atención y que, poco a poco, ese reconocimiento me permita vivir bien dedicándome a lo que me gusta. En fin, sobre todo, no dejar indiferente al espectador y conseguir vivir de ello en el intento. Quizá suene materialista, pero todos necesitamos comer.
¿De todas las exposiciones que has realizado, cuál consideras la más especial?
La última que hice, Sentaet Custom Tour, en la galería Mr.Pink de Valencia. Invité a 21 artistas a intervenir uno de mis toys, el Sentaet, a algunos de ellos no los conocía y fue la excusa perfecta para hacerlo. Hicieron maravillas con el muñeco; todo el mundo disfrutó mucho, tanto los artistas que participaron, como la gente que vino a la exposición. Quedé con muy buen sabor de boca y repetiremos seguro, próximos destinos: Madrid y Barcelona.
¿Si pudieses elegir un lugar de cualquier rincón del mundo, dónde te gustaría ver tus obras?
En la Saachi Gallery de Londres estaría bien. Estuve hace poco y todo lo que tienen me encanta. Quizá dentro de unos años consiga exponer algo allí.
¿En qué proyectos andas inmerso últimamente?
Como os comentaba antes, estoy en proceso de dar vida a más personajes, algunos como toys, otros en forma de esculturas. También preparo una exposición en solitario, cerca de Londres, en Norwich, además de programar nuevas exposiciones para el Sentaet Custom Tour. Por otra parte, trabajo con algunas marcas de ropa emergentes que pronto empezarán a vender diseños míos y me gustaría sacar mi propia marca; nada a gran escala, poco a poco. Ya veremos si me da tiempo a hacer todo lo que quiero este 2015 (risas).
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