Está interesado en unir el romanticismo con el estilo de un buscavidas, empezó a tatuar porque le salía más a cuenta hacérselo a sí mismo que ir a un estudio, y será tu nueva obsesión musical. Bon Calso, también conocido como @neomacarra en las redes, lleva años siendo un apasionado de la música, y sin embargo, sabemos poco de él antes de 2018. Ahora sí, ya que en julio publicaba Feelings Matter, un álbum de once canciones en colaboración con el productor Iamtommy. Y antes, algunos temas sueltos –uno en colaboración con Fabianni de Agorazein– con videoclips incluidos. Pero, ¿quién es, de dónde viene y a dónde va?
Ya conocemos al alter ego, Bon Calso. Sin embargo, no solo nos interesa conocer al personaje, sino también a la persona. Durante el último año, has estado subiendo temas en plataformas digitales, pero antes de esto, es difícil seguirte el rastro. ¿A cuándo se remonta tu curiosidad por la música? Y, ¿existe algún tema en oculto anterior a Cáele que no hayamos visto?
Para mí la música siempre ha estado ahí. Siempre me han atraído tanto escribir como producir, y fue hace cosa de dos o tres años que me propuse crear un nuevo proyecto al que llamé Bon Calso, con intención de desvincularlo de todo lo anterior. Era otra etapa de mi vida, de la cual no me arrepiento, pero muy distinta a la que quería enfocarme en mi nuevo camino. El aire fresco nunca viene mal.
Cáele no solo es tu primer tema reconocido, sino además el primero con videoclip, quizás una metodología un poco fuera de lo común pensando que estamos acostumbrados a recibir primero el tema y luego el audiovisual. ¿Podría decirse que este primer sencillo es una especie de declaración de intenciones de cara al panorama? ¿Cómo crees que te ha recibido el gremio?
Claramente lo fue, sin ningún tipo de pretensión. Pero sí que es cierto que estuve bastante tiempo buscando un sonido que me convenciera y con el que me encontrara a gusto, y aunque es bastante cómodo crear en la intimidad, decidí que lo mejor sería empezar a amueblarme la cabeza y ponerme ciertas metas. Siempre me ha gustado el audiovisual, creo que termina de completar la información que quieres transmitir, así que supongo que no me hacía a la idea de empezar todo un proyecto con algo que no terminara de explicar cuál es mi intención.
En este primer sencillo hablas a nivel audiovisual un poco sobre el amor libre y el poder de decisión del individuo. Cuéntanos un poco más.
Simplemente quería transmitir mi manera de ver las relaciones interpersonales. Creo que hablo del amor desde un punto de vista muy personal, y al ser un tema tan delicado, no quería que se malinterpretara ni se excluyera a nadie. Yo puedo hablar sobre quien sea y lo haré desde mi posición, pero creo que todas las personas deberían poder adaptarlo a su propia condición, ya sea sexual o cualquier otra. Creo que he sido testigo de como muchos artistas han vomitado todo tipo de información y sensaciones, que aunque haya sido con una intención de desahogarse o transmitir, han provocado una exclusión y una necesidad de remediarlo con la que yo, personalmente, no estoy de acuerdo. Aunque los artistas no tienen por qué ser ejemplo de nadie, en esta sociedad tienen mucho peso, eso es un hecho. Que cada uno haga con esa información lo que quiera.
Eres uno de los artistas más recientes dentro de este ‘juego’, y sin embargo, has llamado la atención de muchos que tenemos la mira puesta a la caza de nuevos talentos. Un poco parafraseando a Tarantino en Django, “Ya contaba con mi curiosidad, sin embargo ahora cuenta con mi atención.”Ahora que cuentas con la atención de tanta gente, ¿qué piensas hacer con ella? ¿Cómo enfocas esta nueva situación?
Supongo que nada, haré lo mismo de siempre: escribir, producir o grabar si lo necesito. Creo que la atención o la curiosidad de la gente ante lo que yo hago es algo ajeno a mí y no debo pensar en ello para que, de alguna manera, afecte a lo que hago. Por mucho que a alguien le guste o no lo que hago, debería ser yo el que decide qué quiero o no quiero cambiar. Lo único que deberían decidir los demás es mi ‘posicionamiento’, por así decirlo, y ya con eso yo jugaré al límite de las posibilidades que se me den.
Entre otras personas a las que le has llamado la atención se encuentra Fabianni, uno de los componentes de la agrupación AGZ (Agorazein). Fruto de este encuentro pudimos disfrutar de un sencillo que se tituló No va así. ¿Cómo nació ese relación? ¿Colaborasteis en otras facetas además de la musical?
Nos conocimos por amigos en común y surgió el amor; hablamos de música, nos pusimos de acuerdo y ya empezaron a salir cosas. Es una persona con la que mola mucho trabajar porque sabe muy bien lo que se hace e imagino que pronto iremos anunciando trabajos nuevos.
La música no es tu única curiosidad a nivel artístico; también estás en el mundo del tatuaje y del diseño gráfico. Cuéntanos, ¿cómo convergen estas tres facetas? ¿Cómo es tu proceso de trabajo?
Yo vivo del tatuaje y es lo que más horas me lleva. La ilustración es algo que hago en mis ratos libres o en mis descansos porque siempre he dibujado. Y con la música es algo más visceral, solo en casos de necesidad, lo cual es bastante común realmente, pero ahí sí que no soy capaz de ponerme horarios.
¿Qué vino antes, el tatuaje o la música? ¿Cómo empezaste en ello?
La música fue lo primero; me monté un home studio en casa en 2009 si mal no recuerdo y empecé a trastear. A tatuar empecé en 2012 o 2013 porque quería tatuajes y no tenía dinero para pagarlos, era más rentable comprarme una máquina y hacérmelos yo.
Cáele, Buscando el cielo, Ya no nos vemos; el tema del joven enamorado es algo que solemos encontrar en tu trabajo. Es indudable que hay algo hermoso en ese dolor placentero, y sabes plasmarlo perfectamente en tus canciones. ¿Eres de los que se enamoran muy rápido? ¿Has sentido vergüenza o temor alguna vez de que alguien conocido pudiera reconocerse en algunas de tus canciones?
Creo que me enamoro más rápido de lo que quisiera. Y no, vergüenza ninguna, lo que hagan con toda esa información no es asunto mío. Si hablo de algo que ha pasado, va implícito, ya ha pasado.
Por la atención que prestas al detalle de todo tu material audiovisual imagino que te gustan el cine y las series. ¿Cuál es tu género favorito? ¿Y tus pelis o series favoritas?
Creo que no tengo un género favorito. Tampoco soy muy cinéfilo, pero mis películas favoritas igual podría decir que son Interstellar, Volver y La vida es bella.
En tu Instagram trabajas bajo el seudónimo de @neomacarra, un nombre curioso. Bajo tu punto de vista, ¿cómo dirías que es el estilo del ‘nuevo macarra’?
Para mí es una nueva corriente, casar la vida de un buscavidas con el romanticismo. Siempre me ha gustado la idea de que la gente utilizara el concepto de ‘neomacarra’ para describirse a sí mismo o a terceros.
Sobre Instagram, últimamente están un poco exquisitos con qué es censurable y qué no. Tu estilo gráfico, sin duda, es provocador y atrevido, lo que particularmente agradezco. ¿Alguna vez te has visto afectado por esta política de las redes sociales?
Este tema me hace mucha gracia porque ya van unas cuantas veces que me han censurado ilustraciones por ser ‘contenido explícito’. A mí no me parece que sea así, tan solo pienso que es un tema tabú y hay cuentas que lo denuncian. De hecho, tengo ilustraciones bastante más explícitas que no publico por evitar la tentación a que me bloqueen la cuenta. Aunque realmente yo solo soy un suscriptor más en su red social, por lo tanto supongo que tendría que atenerme a sus ‘leyes’, pero bueno, seguiré buscando una perspectiva en la que se entienda todo sin necesidad de ofender a estos ofendiditos de la vida.
Normalmente, ¿quiénes suelen formar tu grupo de trabajo? Es decir, te rodeas de amigos, contratas a gente que te ayude con el proyecto que tengas entre manos, o te buscas la vida de otra manera… Cuéntanos un poco.
Siempre me gusta trabajar con gente cercana, amigos o amigos de amigos. Me siento más a gusto así porque, al fin y al cabo, son parte del proyecto y lo entienden mejor.
Javier Ruiz Bon Calso 4.jpg