Partiendo del diseño y promoviendo el talento joven en lo que a interiorismo y moda se refiere, Mallorca Design Day celebró su tercera edición el pasado fin de semana. Una convocatoria que puso de manifiesto la resiliencia y el entusiasmo de los artífices de esta iniciativa liderada por Raquel Arañón, convertida en un punto de encuentro entre diseñadores emergentes que posiciona a su vez a la isla balear como una localización imprescindible en términos creativos, contando con el respaldo institucional y empresarial. Save the Sea fue el leitmotiv de una edición que incorporaba por primera vez una jornada dedicada al interiorismo, consolidando un futuro definido por las sinergias creativas.
“Mallorca Design Day es un proyecto, un sueño, que pretende poner el foco en los talentos emergentes del diseño, que es algo que como todos sabéis abarca muchísimas disciplinas”, adelantaba Raquel Sánchez Silva, maestra de ceremonias de la entrega de premios de moda del certamen balear, en su primera intervención. Y es que es precisamente la idea de que el diseño forma parte de todo lo que nos rodea, (incluso de nosotros mismos) es el pilar fundamental sobre el que se construye esta plataforma que desde 2017 promociona a los jóvenes creativos, dándoles voz y haciéndonos partícipes de sus atractivos universos creativos.
Una primera jornada dedicada al interiorismo, celebrada en el estudio de diseño de interiores y showroom Aquaquae, constituía el punto de partida de una edición definida por los contratiempos y la superación constante derivada de la pandemia. Un difícil escenario que amenazaba la celebración del evento, y frente al que la organización ha logrado superarse con éxito preservando en todo momento las medidas sanitarias. El evento inaugural, en el que se dieron a conocer las tres propuestas finalistas a alzarse con el I Premio Nacional de Interiorismo de Mallorca Design Day (que fue a parar a manos de las interioristas Salomé Wackernagel y Mathilde Gudefin ya nos dejaba entrever el ferviente talento que el festival congrega año tras año, atrayendo en cada edición a más prensa y curiosos.
Además de conocer el proyecto ganador, La Marinella, proyectado sobre un edificio ubicado en la costa italiana que data del año 1934 y en el que el tándem de diseñadoras abogan por la sostenibilidad recurriendo al reciclaje y la reutilización creativa, pudimos degustar un menú inspirado en el leitmotiv de la edición, Save the Sea, a cargo de los chefs Xesc Reina y Ariadna Salvador, cuyos postres geométricos teñidos de intensos colores no dejaron a nadie indiferente. Una muestra más de que el diseño, convertido en un punto de encuentro entre infinidad de disciplinas creativas, es el mejor antídoto frente a un futuro extremadamente incierto.
No fue hasta el sábado por la tarde cuando conocimos a los finalistas del Premio Balear de Moda de la tercera edición de Mallorca Design Day. Seis jóvenes talentos presentaron sus trabajos en una gala celebrada en la Fàbrica Ramis de Inca bajo la atenta mirada de un jurado conformado por Modesto Lomba, presidente de ACME (Asociación Creadores de Moda de España) y el diseñador Pablo Erroz, entre otros. Carolina Galvis convenció a los jueces (entre los que echamos en falta a algún otro representante o promotor del talento emergente) con su colección OLK. No obstante, mención especial merece el trabajo de Pau Nieto, cuya reflexión sobre la imperiosa necesidad de proteger los océanos brillaba por su efectividad y simbolismo, en una propuesta marcada por el color y la personalidad. O la colección de Pilar Sarmiento, en la que la sostenibilidad se trasladó al momento actual en forma de inspiración proveniente de maisons como Prada, patente en el calzado.
Pero no solo se premió (y celebró) el talento balear. El Premio Nacional recayó sobre la diseñadora vizcaína Begoña Chaves, quien partiendo de los antiguos atuendos de faena de los marineros hizo un efectivo y contundente alegato a favor de la sostenibilidad cumpliendo con el tema central de la convocatoria. Un merecido galardón que, junto al Premio Internacional de Moda –que fue a parar a manos de las diseñadores argentinas Camila Medina y Agostina Mucanna– puso el broche de oro a la tercera edición de Mallorca Design Day. Ahora solo nos queda esperar a ver con qué nos sorprende Raquel Arañón y su equipo en la próxima convocatoria, en la que ya han empezado a trabajar.