Lo suyo está siendo una aventura trepidante. De tocar con su banda en un garaje a encabezar las listas de los más escuchados, gracias a discos como Sensaciones o Corazón cromado, que guardan grandes poemas que no son meras canciones, son dosis de un amor listo para rescatarnos.
Y es que se ha perdido algo. No sé ni cómo, ni cuándo. Unos echan la culpa a la globalización, al auge de la tecnología o las redes sociales. Otros son más específicos y hablan del capitalismo emocional, del consumo rápido, del si te he visto, no me acuerdo. Frialdad, sorpresa, ausencia o desesperanza son algunos de los rasgos, que cada vez más, describen a la perfección el final de las relaciones amorosas, de las pasiones a veces fugaces, otras candentes o ya apaciguadas, que abundan en nuestro tiempo.