Maria Arnal, cantante del dúo que forma junto a Marcel Bagés (aunque lo podríamos llamar trío si contamos con la participación en todos los procesos del productor y guitarrista David Soler), canta a la vida, canta al fin, canta al futuro, canta en coro a mil y un entes que le devuelven su grito clamoroso con historias viejas, nuevas, reinterpretadas o nunca escuchadas, historias que nos traen esperanza y que nos permiten imaginar un futuro distinto. Todas ellas son las que conforman Clamor, el último álbum publicado en marzo del año pasado y uno de los grandes discos de 2021 sin duda, en el que a lo largo de once canciones demuestran, una vez más, que son capaces de hipnotizar al público aunque sea de forma muy distinta a cómo lo hicieron con 45 cerebros y 1 corazón. “Si tienes que hacer cosas pensando en si vas a gustar a un público que no sabes ni siquiera cuál es, lo más probable es que te pierdas a ti”, sentencia Maria. Y es que han pasado de estar encima de un escenario con poco más que una sola voz, una guitarra y los arreglos de David, a dar voz a cabras, ballenas, ríos, bosques o a Spwan, nombre que recibe la inteligencia artificial de Holly Herndon, y que participa en la reinterpretación del Cant de la Sibil·la.
Si 45 cerebros y 1 corazón trata la memoria y la importancia de recordar, Clamor pone esa historia en voz extraña pero conocida, en un lugar totalmente descontextualizado, creando una tensión que sale en forma de chillido, de grito. “Clamor es ese coro que aparece en un momento de incertidumbre en los que hay quienes son capaces de soñar muy alto y muy brillante y quienes ven la pesadilla y lo más oscuro.”