Nike está de aniversario con una de sus zapatillas más emblemáticas, las Air Force 1, y en Barcelona lo celebraba el jueves pasado en su tienda del Passeig de Gràcia con algunos bailarines de diferentes estilos que compartieron con todos los asistentes sus vivencias en torno al baile. Que el baile se convierta en el centro de la celebración tiene todo el sentido, no solo porque las AF1 son unas zapatillas de referencia, sino también porque Nike lleva ya un tiempo poniendo el foco en la danza. Y es que como comentábamos en este post donde entrevistamos y fotografiamos a algunos bailarines de su crew, el baile también es deporte.
Pero no solo el baile protagonizó la jornada. También hubo espacio para el arte. Con Vicky Gómez como host, conocida por ser coreógrafa de programas como Operación Triunfo o su paso por Fama ¡a bailar! como concursante, también pasó por la tienda de Nike el artista Mr. Dripping, que toma su nombre de la técnica que utiliza (el goteo de pintura), quien tras hablar un poco de su trabajo y realizar una acción en directo, participó en un workshop en el que todos los asistentes pudimos customizar nuestras propias AF1 utilizando entre otras la técnica del goteo.
Pero antes de eso, Vicky nos presentaría a cada uno de los bailarines, a quienes pudimos ver bailar más tarde mientras andábamos todos enfrascados en nuestras creaciones. Allí estaban Sofía Mae (hip hop), Raúl Claverías (voguing y wacking), Víctor Vasquez (dance hall), Marina Molina (popping), Joan Broch (diferentes estilos) y Fatu Afrikangyal (afro urban). Todos coincidieron en que esto del baile no es nada fácil y conlleva mucho esfuerzo y dedicación. “Mantenerse en la danza es una lucha muy grande, y todos los que estamos aquí sentados lo sabemos”, decía Fatu mientras el resto afirmaba con la cabeza. Pero no queda otra que espabilarte. Raúl, por ejemplo, nos habla de Ke Rule Dance Company, la compañía que dirige junto a Kevin Melara, “donde también hacemos clases de hip hop, dance hall y waking. Es interesante porque a priori parece que son estilos que no casan, pero ahí estamos, tratando de crear algo nuevo siempre respetando los principios básicos de cada estilo”.
Algunos empezaron en escuelas de baile, otros en la calle, que es donde se empieza muchas veces, y algunos recuerdan los primeros vídeos que veían de chiquitos como una de sus fuentes más genuinas de inspiración. “Yo es que veía un vídeo de Destiny's Child y no podía dejar de bailar”, recuerda Fatu, “pensaba, yo quiero estar ahí, quiero bailar así”. ¿Y qué es lo que te dicen cuando les preguntas qué es el baile pare ellos? Joan Broch: “El baile me hace sentir bien, fuerte, poderoso, me encanta la música y por eso bailo. La música que más escucho es hip hop, pero no bailo solo hip hop, me especializo en crear coreografías cogiendo recursos de muchos estilos” Sofía: “Tengo una relación amorosa con el baile, es mi vida, es mi expresión, ha sido una herramienta muy poderosa de aprendizaje. Aprendizaje de valores, de vida, el baile me ha enseñado mucho, me ha llevado a muchas partes, a conocer a mucha gente. Es mi vida y es muy importante”. También reconocen que muchas veces el baile está demasiado estereotipado, como bien explican Víctor o Raúl, y que no tendría que ser así, porque el baile no entiende de género ni de geografías, el baile es universal y todo el mundo debería tener la libertad y el derecho de bailar lo que le viniese en gana.
Y con esto nos quedamos hasta que Mr. Drippring (cuyo nombre es Mark Ríos) entra en escena para explicar que el estilo que ahora le define es algo a lo que ha llegado después de experimentar mucho, de trabajar con la técnica de ensayo/error, que es la única posible cuando estás dando forma a algo sobre la marcha. “Mi evolución como artista y lo que hago a día de hoy es algo que he ido encontrándome: qué tengo que corregir, qué tengo que hacer, cosas que pensaba que no podía hacer y ahora sí puedo… En una palabra, explorar. Y no decir que no a nada”, cuenta. Además del dibujo que realizó en directo con la técnica del goteo, Mr. Dripping ha customziado cinco AF1, una para cada uno de los bailarines, que de alguna manera recogen los códigos de cada uno de sus estilos de baile. Se pudieron ver allí, en una vitrina. Más tarde acabarían fotografiadas con las creaciones de todos los presentes. Ahora lo importante es que no se queden en el armario, que pisen la calle, y ya quien se atreva que se marque unos buenos bailes con ellas.
Pero antes de eso, Vicky nos presentaría a cada uno de los bailarines, a quienes pudimos ver bailar más tarde mientras andábamos todos enfrascados en nuestras creaciones. Allí estaban Sofía Mae (hip hop), Raúl Claverías (voguing y wacking), Víctor Vasquez (dance hall), Marina Molina (popping), Joan Broch (diferentes estilos) y Fatu Afrikangyal (afro urban). Todos coincidieron en que esto del baile no es nada fácil y conlleva mucho esfuerzo y dedicación. “Mantenerse en la danza es una lucha muy grande, y todos los que estamos aquí sentados lo sabemos”, decía Fatu mientras el resto afirmaba con la cabeza. Pero no queda otra que espabilarte. Raúl, por ejemplo, nos habla de Ke Rule Dance Company, la compañía que dirige junto a Kevin Melara, “donde también hacemos clases de hip hop, dance hall y waking. Es interesante porque a priori parece que son estilos que no casan, pero ahí estamos, tratando de crear algo nuevo siempre respetando los principios básicos de cada estilo”.
Algunos empezaron en escuelas de baile, otros en la calle, que es donde se empieza muchas veces, y algunos recuerdan los primeros vídeos que veían de chiquitos como una de sus fuentes más genuinas de inspiración. “Yo es que veía un vídeo de Destiny's Child y no podía dejar de bailar”, recuerda Fatu, “pensaba, yo quiero estar ahí, quiero bailar así”. ¿Y qué es lo que te dicen cuando les preguntas qué es el baile pare ellos? Joan Broch: “El baile me hace sentir bien, fuerte, poderoso, me encanta la música y por eso bailo. La música que más escucho es hip hop, pero no bailo solo hip hop, me especializo en crear coreografías cogiendo recursos de muchos estilos” Sofía: “Tengo una relación amorosa con el baile, es mi vida, es mi expresión, ha sido una herramienta muy poderosa de aprendizaje. Aprendizaje de valores, de vida, el baile me ha enseñado mucho, me ha llevado a muchas partes, a conocer a mucha gente. Es mi vida y es muy importante”. También reconocen que muchas veces el baile está demasiado estereotipado, como bien explican Víctor o Raúl, y que no tendría que ser así, porque el baile no entiende de género ni de geografías, el baile es universal y todo el mundo debería tener la libertad y el derecho de bailar lo que le viniese en gana.
Y con esto nos quedamos hasta que Mr. Drippring (cuyo nombre es Mark Ríos) entra en escena para explicar que el estilo que ahora le define es algo a lo que ha llegado después de experimentar mucho, de trabajar con la técnica de ensayo/error, que es la única posible cuando estás dando forma a algo sobre la marcha. “Mi evolución como artista y lo que hago a día de hoy es algo que he ido encontrándome: qué tengo que corregir, qué tengo que hacer, cosas que pensaba que no podía hacer y ahora sí puedo… En una palabra, explorar. Y no decir que no a nada”, cuenta. Además del dibujo que realizó en directo con la técnica del goteo, Mr. Dripping ha customziado cinco AF1, una para cada uno de los bailarines, que de alguna manera recogen los códigos de cada uno de sus estilos de baile. Se pudieron ver allí, en una vitrina. Más tarde acabarían fotografiadas con las creaciones de todos los presentes. Ahora lo importante es que no se queden en el armario, que pisen la calle, y ya quien se atreva que se marque unos buenos bailes con ellas.
