En el corazón de Palma de Mallorca, capital de la isla en la que la familia Fluxà decidió emprender hace más de cuatro décadas la que acabaría convirtiéndose en la empresa de calzado española más internacional, Camper, nos topamos ahora con una tienda pop-up que no deja indiferente a nadie que se atreva a asomarse al escaparate. Y es que, además de tratarse del primer proyecto de Camperlab en su isla natal, la línea más experimental de la enseña dirigida por Achilles Ion Gabriel se funde perfectamente con sus orígenes resultando en un espacio único donde arte, moda y una enorme dosis de creatividad hacen las delicias de locales y turistas. Puedes visitarla de jueves a sábado, hasta el próximo 30 de septiembre.
Son muchas las marcas en cuyo discurso abanderan las sinergias creativas como forma de entender el mundo. Desde una reivindicación de la difuminación de las fronteras entre disciplinas artísticas, hasta proyectos que pretenden hacer de la combinación de música, pintura o interpretación una auténtica revolución en la escena. Pero en la práctica, la realidad es otra. Son pocas las firmas capaces de aterrizar estas sugerentes ideas en iniciativas que logren sorprender a un público ávido de nuevas experiencias, dada la dificultad y la identidad que requiere dicho propósito. Y Camper ha demostrado una vez más no quedarse en la teoría y hacer realidad sus sueños (y los de su fiel clientela) apostando por la experiencia de compra en mayúsculas.

Su nueva tienda efímera, cuyos espacios se inspiran en la colección otoño/invierno 2021 de Camperlab, es una perfecta demostración de que tan importante como el producto final, es la sensación que todo aquel que se acerque al espacio físico de una firma de moda recuerda. Una emoción que inevitablemente evoca el espacio en cuestión, que trasciende lo tangible, y donde los distintos sentidos convergen. Es por ello por lo que su director creativo, Achilles Ion Gabriel, ha querido fusionar el pasado, presente y futuro de la marca en el nuevo establecimiento otorgando una completísima experiencia. Rindiendo homenaje a los orígenes de la marca tanto en la localización escogida como en la reutilización de elementos de diseño de proyectos Camper anteriores (destacando piezas de los diseñadores Gaetano Pesce o Tomás Alonso, entre otros muchos), el diseñador apuesta por la sorpresa constante y el desconcierto con pinceladas de surrealismo en lo que a decoración y concepción del singular espacio se refiere.

Del rosa al rojo, pasando por el amarillo vibrante o el azul eléctrico. La paleta cromática se abre camino a medida que avanzamos por la tienda pop-up de Camperlab, en la que las esculturas humanas se presentan incompletas, jugando con las perspectivas y proyectando sus sombras de forma precisa sobre los muros del espacio, en los que apreciamos la esencia playera y artesanal de la firma española. Los diseños vanguardistas de la línea experimental se equilibran con el entorno floral en el que se sitúa la nueva tienda. Y es que, aunque se emplace en una de los distritos más céntricos (y concurridos) de Palma, la calle escogida (Carrer de L’Estanc, 8)- es extremadamente tranquila. Una muestra más de que la dualidad, ya sea entre tradición e innovación, pasado y futuro, o sosiego y alboroto, es uno de los pilares sobre los que se construye el imaginario de Camper y Camperlab.
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