Todo empezó en 2021 sin ninguna pretensión más que retratar a algunos colegas de la universidad para un proyecto de clase. Pero el proyecto fue creciendo, y Pablo Muñoz Velasco ha acabado con una serie de retratos de “jóvenes con los que coexisto en Madrid, que encuentro cuando doy un paseo, en la universidad, de fiesta o me han aparecido en Instagram”. Este proyecto se llama Heads, y lo acaba de publicar como un fotolibro que hoy, jueves 7 de marzo, presenta en el Espacio Loseta de Lavapiés.
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Acabas de publicar tu primer proyecto como fotógrafo, ¿sabrías decirnos de dónde viene tu interés por el retrato?
En mi familia siempre ha habido cierta afición por la fotografía. De hecho, mi padre hacía fotos de carnet a blanco y negro para sacar algo de dinero cuando era joven, y creo que es algo que tiene bastante que ver con este trabajo. La primera vez que cogí una cámara era pequeño y aprendí en casa el funcionamiento del laboratorio fotográfico. Decidí venir a Madrid para estudiar fotografía y conocer más el medio, y fue ahí cuando creció el interés por el retrato.
Este fotolibro se centra en la serie Heads. ¿Cómo empezó el proyecto?
Comenzó hace unos años, cuando empecé a retratar a mis amigos y conocidos para un proyecto de la universidad. Esas fotos eran espontáneas y sencillas, con luz natural, donde la intención principal era mostrar a quien se fotografiaba. La fuerza de algunos de estos retratos me inspiró para realizar esta serie de rostros donde todo girase en torno a la mirada del sujeto.
¿Y qué te impulsó a convertirlo en un volumen en papel?
Gran parte de mi trabajo consiste en series de copias físicas que con el tiempo iba ordenando y revisitando, dándoles sentido unas con otras. Entonces, la idea de recoger todas estas cabezas bajo el formato de libro las dotaba de cohesión y, de alguna manera, te sumergía en la narrativa.
En el caso de tu proyecto, el casting es preciso. ¿Consideras que haya algún elemento clave en él que te haga decidirte por un modelo?
Son jóvenes con los que coexisto en Madrid, que encuentro cuando doy un paseo, en la universidad, de fiesta o me han aparecido en Instagram. Considero que la elección de quien fotografías es importante y siempre me ha gustado descubrir nuevas miradas. Supongo que es algo muy intuitivo. Veo a alguien y sé que le quiero hacer fotos, ya sea por su naturalidad o por una gran presencia de identidad.
¿Crees que tu fotografía se relaciona con la moda?
La fotografía de moda, como la entiendo, es una forma de retrato que habla de los distintos estilos de las personas y los objetos que existen en el mundo, e incluso tiene la característica de poder introducir intimidad en ello. Considero que las cabezas que fotografío yo recogen de alguna manera las características que tipifican la escena y estereotipo juvenil actuales, desde la expresión facial hasta su apariencia, corte de pelo, accesorios, etc. Es un discurso que retrata jóvenes de Madrid desde un mismo punto de vista, llevando a la luz la identidad de cada uno de los sujetos y profundizando sobre el umbral entre la juventud y la edad adulta.
En la mayoría de tus retratos hay una mirada directa al espectador, ¿persigues algo con ello? ¿Hay alguna intencionalidad al respecto?
La mayoría miran, sí, excepto dos de ellas que cierran el libro. Creo que es la clave del trabajo, que exista una especie de diálogo silencioso entre sujeto y espectador, página a página, en un mismo acto de mirar y ser mirado. En esta edición, algunos retratos aparecen de manera individual para destacar la fuerza de la mirada, mientras que otros aparecen agrupados (enfrentados). En ese intercambio visual surgen las interpretaciones, donde ves en estos rostros su búsqueda de identidad y sensaciones como la intimidad o la brutalidad de los personajes.
¿Cuál es el recuerdo más memorable que guardas de este proceso?
Durante todo el proceso de creación del proyecto, sentía mucha emoción y dedicación por lo que estaba haciendo. Supongo que algunos de los chicos notaron lo emocionado que estaba (risas). También haber pasado mucho tiempo con Lucía, que me ayudó con el trabajo de principio a fin, desde la toma de las fotos y durante los castings hasta las decisiones de maquetación.
¿Cómo te sientes después de haber publicado tu primer libro?
Estoy muy feliz porque este trabajo ha tenido un gran papel de autoconocimiento y me ha hecho llegar a algunas conclusiones en las que me interesa continuar trabajando. Hablar de mi generación, fotografiar mi entorno, seguir buscando la belleza.
Supongo que será el primero de muchos. ¿Tienes algún proyecto futuro en el que estés pensando o incluso trabajando?
Aún no lo sé, no tengo un proyecto concreto en mente. Casi siempre estoy haciendo fotos, entonces la idea del diario fotográfico me ronda por la cabeza. Sea como sea, la intención es continuar trabajando en mis proyectos personales y seguir investigando sobre el medio fotográfico.
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