Flamante ganador del premio Enjoia’t 2014 que otorga la Asociación de Artistas y Artesanos del FAD en la categoría profesional, Rodrigo Acosta entiende la joyería de autor como un ejercicio de memoria. Defiende que sus piezas establecen vínculos con las prendas que las sujetan y los cuerpos que las hacen vivir. Para él, las joyas son accesorios con una carga simbólica que nos acompañan. Su colección Rito cardíaco presenta piezas que unen un cuello de camisa y una estructura metálica con volumen propio, vistiendo el corazón con extrema elegancia. A mis ojos, una forma muy sutil de recordarnos que todos y cada uno tenemos un corazón que late, siente y padece.
¿Recuerdas la primera joya que te impresionó?
Me vienen muchas joyas a la cabeza, pero creo que la que más fue una joya de un artista mexicano, Jorge Manilla, que trabaja la brutalidad con gran belleza. Primero me impactó al verla y luego me cautivo al escuchar su explicación en voz de su creador.
Te inspiras en objetos que usamos diariamente y haces de ellos objetos-joya. ¿Qué es una joya para ti?
Para mí una joya es un objeto con una carga simbólica que utilizo como medio para expresar ideas, sentimientos, momentos y experiencias vividas. Puede ser un adorno corporal o simplemente un objeto. Por lo general, en mi trabajo de investigación, el cuerpo tiene un valor importante y es por ello que a la hora de crear un joya el cuerpo esta presente en materia y alma.
Algunas piezas de tus colecciones se convierten en complementos que van más allá del magnetismo de los materiales que utilizas. ¿Cómo lo consigues?
A la hora de crear tengo muy presente el cuerpo y la relación que puede existir con el objeto. Esto me ayuda a que las joyas parezcan tener vida propia. Muchas de mis piezas funcionan de manera diferente si existe el cuerpo o hay un cuerpo ausente; la relación no es la misma. Pienso cada pieza en función de un usuario, una persona física o imaginaria, y esto me ayuda a imaginarme como será la vida de esa joya.
Trabajas con materiales muy distintos: hilo de algodón, latón, cuero, madera, hilo de acero, plata, nylon y perlas. ¿Cómo lo explicas?
Los materiales me ayudan a lo hora de crear mi piezas. Mi preferencia son los que provienen del mundo textil, pero la combinación de los opuestos me atrae, es por ello que la unión de materiales como la plata, el latón junto al algodón, la sarga y el cuero me permiten generar piezas con cuerpo y alma. Muchas veces utilizo materiales textiles que provienen de prendas de vestir que pertenecieron a una persona. Esas prendas ya tienen una historia, la historia de su portador… En mi trabajo quiero plasmar la esencia de esa historia y la relación que existe entre portador y su indumento. Creo que a veces mis piezas ya vienen con algo de vida propia.
Me llama la atención que elabores piezas con pelo e incluso con café. ¿Utilizas los materiales como símbolos para lanzar mensajes?
Algunos materiales te ayudan a reforzar lo que quieres contar y transmitir. Hay materiales tan simples y tan nobles que según en que contexto o a que historia pertenezcan y cuente, se enriquecen y cobran un valor añadido. El café y el pelo fueron utilizados de manera simbólica para contar una historia y dar cuerpo a una joya. En la serie Historias de café donde el café esta presente en cada joya, me sitúa en un Buenos Aires que yo viví en un determinado tiempo, donde muchas de las historias de encuentro, amor y desencuentro pasaban por las esquinas de los cafés. En el caso del pelo utilizado en una de mis piezas que llamé Lo permisivo de tu Dios, habla de la carga simbólica que existe entre las diferentes religiones y su relación con el pelo. El pelo como elemento de poder, de seducción, de riqueza, de saber; el pelo como elemento anulador del otro existente.
¿El caos puede ser una fuente de inspiración? Cuéntame como es tu proceso creativo para cada colección.
El caos, como el miedo, el amor, el desamor, lo vivido y lo transitado pueden ser fuentes de inspiración. Una vez he elegido el tema con el que quiero trabajar y desarrollar las piezas de cada colección, comienzo a seleccionar los posibles materiales con los que trabajar. Muchas veces no llegan a ser parte de la colección pero comienzan a vislumbrar un futuro uso. En cada proyecto que realizo parto de unas premisas básicas, pero hay constantes que se repiten en mi trabajo como puede ser la utilización del materiales textiles. Siempre utilizo prendas ya existentes, de mi propia pertenencia, de personas conocidas o del algún tercero ajeno. Un análisis de la prenda de vestir me permite saber las posibilidades que tiene de ser intervenida, cortada, quemada, o deconstruida. Luego comienzo a ver los posibles anclajes que puedo aplicar y realizar con las técnicas de joyería unidas a las técnicas de construcción de prendas. Las posibles tipologías y sus formas, van naciendo con el desarrollo de la investigación a lo largo de cada proyecto. Me tomo la libertad de dejarme llevar por lo que la materia me permite.
Actualmente tu investigación se basa en la relación que se puede establecer entre la joyería, las prendas de vestir y su conexión con la memoria y el cuerpo. Explícamelo.
Me interesa la moda como fenómeno social, como construcción de una cultura, como parte de la identidad de la persona, el porque las personas eligen lo que eligen para vestirse. En uno de mis proyectos al que llamé Memorias de un prenda en el cuerpo, trabajé con varias prendas de vestir de diferentes personas, donde cada indumentaria tiene su propia historia, por qué fue utilizado por esa persona en algún momento importante y ha generado una huella en la memoria del individuo. Realicé piezas de joyería donde las partes de una camisa eran unidas por medio de una cadena de estructuras metálicas que recorrían el propio cuerpo como si te vistieras con el recuerdo. La joyería artística me permite unir dos mundos diferentes, por medio de la utilización de las técnicas de joyería clásica y las técnicas de la confección de ropa, generando piezas que están en la frontera de lo que es joya-arte y moda-arte.
¿Qué significó para ti ganar el premio Enjoia’t Profesional 2014 con la obra Rito cardíaco?
Ganar el premio fue y es una satisfacción muy grande, diré algo que siempre se dice: no me lo esperaba... Pero es así, fue una gran sorpresa. El reconocimiento es algo importante y hay muchas maneras de reconocimiento. Están los que siempre te apoyan, valoran tu trabajo y son incondicionales, pero que personas del ámbito profesional de la joyería artística valoren tu trabajo te llena de orgullo y de ganas de seguir y creer en lo que haces y más con una pieza como es Rito cardíaco que habla mucho de mí y de mi forma de ver y entender la joyería artística.
Las piezas de Rito cardíaco pretenden proteger al corazón. Se asemejan a andamios de un edifico en construcción. ¿De qué hay que proteger el corazón?
Preparar el corazón para lo que se viene... La pieza Rito cardíaco nace y es creada al mismo tiempo que preparo mi viaje a Argentina. Mis viajes a mi lugar de origen no solo llevan un preparación logística, también necesito prepararme emocionalmente. Sé que por unos meses vuelvo a conectar con mis raíces y con mi gente de allí. Durante varios días mis sentimientos se mezclan entre los de allí y los de aquí. No solo preparo la ida a mi lugar de origen, también preparo como será después de dos meses la vuelta a mi nuevo lugar, Valencia. Creo que todos tenemos algo de que protegernos y sin saber, siempre protegemos nuestro corazón.
¿Qué recuerdos siguen presentes de tu infancia en Mendoza? ¿Los trasladas a tu obra?
Hay muchos recuerdos que pasan por mi cabeza: la casa en la que me crié, mis juegos de infancia, mis juguetes, mis objetos preferidos, y mis lugares de ensueño. Creo que inconscientemente o conscientemente, traslado varios de esos recuerdos a mis piezas. La relación con mis padres y la educación recibida, muchas veces se ven reflejadas de manera indirecta en mi obra.
¿Que aporta a tu creatividad vivir en una ciudad mediterránea como Valencia?
Valencia fue una ciudad que no elegí para vivir, las circunstancias de la vida me llevaron a vivir aquí y creo que me aporta muchas de las cosas que necesito para crear: la contención y el amor de los afectos.
Actualmente un joyero ya no es solo un artesano, sino que es creador de su propia marca. ¿Te sientes bien en este doble papel?
Sí, me gusta la idea de poder crear mi propia marca y que la gente reconozca mi estilo, tener mi propia identidad. Este doble papel no siempre es fácil, pero creo que es muy bueno poder salir del tabliz (mesa de joyero) donde creas y haces tus propias piezas para sumergirte en otro mundo como puede ser el de la comunicación de tu marca. Creo que quien elige usar mis piezas entiende un poco de mi y de mi mundo y eso me llena de satisfacción.
Tus joyas van más allá del adorno, son como móviles que se adaptan a cualquier parte del cuerpo. ¿Cómo llegas a componer estas piezas orgánicas?
Hay piezas que están pensadas para determinadas partes del cuerpo que funcionan como prendas de vestir que se adaptan de manera ergonómica y hay otras que funcionan en cualquier parte del cuerpo y su valor simbólico varia según la relación que se establece entre el cuerpo y la joya. Estas piezas adaptables, las logro porque trabajo todo el tiempo con el cuerpo presente, cada parte que voy construyendo de la pieza la voy probando sobre un cuerpo real o un maniquí como si confeccionara una prenda de sastrería.
Tu última colección Tiempo de des-orden, parece que sofistica la colección anterior, incorporando collares que combinan el textil y la plata. ¿Es una continuidad de estilo voluntaria?
Ciertamente, es voluntaria. Tenía la necesidad de seguir investigando y agotar los recursos hasta dar luz a lo nuevo. Tiempo de des-orden nace a partir de la pieza Rito cardíaco donde toda esa estructura que se esconde bajo esa blanca, rígida e impoluta carcasa textil, comienza a dejarse ver, a liberarse, a buscar su cauce natural y a disfrutar del desorden y del caos. Ya he vuelto de mi viaje y necesito el caos para ver lo nuevo.
¿Cuáles son tus planes de futuro inmediato para posicionarte en el mercado?
Seguir construyendo mi obra personal, poder moverla y compartirla con la gente, poder combinar mi pasión con el trabajo y vivir de ello, o al menos intentarlo. Este mes de marzo participo en diferentes exposiciones nacionales e internacionales de joyería artística donde mostraré piezas de mi nueva colección. El posicionamiento se va logrando con el tiempo y mucho esfuerzo. Creo que, de a poco, voy logrando tener un lugar dentro del mundo de la joyería artística, pero me falta mucho por recorrer. Cuando logras comprender como funciona la lógica del mercado empiezas a tener más interés por él.
¿Cómo valoras la joyería contemporánea y su presencia en los grandes museos e instituciones dedicadas a la moda?
Me parece muy positiva la interdisciplinariedad que se da entre las distintas disciplinas relacionadas con el diseño y el arte. Hoy en día la joyería artística va ganando terreno dentro del campo del arte y la moda; cada vez son más las galerías y museos que tienen en su programación exposiciones de joyería artística.
Elsa Peretti defiende que la joyería no es moda. Para ella las joyas tienen que durar en el tiempo y no desecharse en el momento en que algo nuevo aparece. ¿Estás de acuerdo?
Muchas veces la joyería artística habla de uno mismo, de lo vivido, de lo recuerdos, de la nostalgia, del amor y la muerte. Temas que no desaparecen en el tiempo si no que se suman a lo nuevo que aparece, para enriquecer el propio discurso.
¿Sigues tus instintos o tu intuición para crear?
Creo que a la hora realizar mi trabajo de investigación y creación hay un poco de instinto y otro poco de intuición. Al comienzo de cada proyecto me dejo llevar por lo que siento, por la propia experiencia de lo vivido, por ese impulso natural o interior que provoca una acción o un sentimiento, libres de prejuicio sin tener conciencia de la razón. Siempre he soñado con hacer lo que me gusta y no quiero dejar de soñar.
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