Detrás de esta marca están Marta y Óscar, una pareja que decidió apostar por vivir la vida como ellos querían. Así nació Fauna y Flora, joyas con unos valores muy sólidos y amor por el trabajo bien hecho. Su última colección, Galáctica, ya no nace en Barcelona, sino que ha coincidido con su traslado a la Garrotxa, el entorno perfecto para unos diseñadores que aseguran que la naturaleza es su principal fuente de inspiración. Cada pieza tiene un poco de ellos, de su historia, de su forma de vida. Charlamos con Marta para saber más acerca de su fantástico trabajo.
¿Cómo surge la idea de aventurarse a lanzar vuestra marca de joyas handmade?
La verdad es que todo ha ido surgiendo con mucha naturalidad. Empecé a hacer algunos collares para mí y algunas amigas como simple pasatiempo, y de la forma más espontánea el hobby empezó a ocupar cada vez más horas, hasta que me decidí a convertir esa afición en mi trabajo. Al poco tiempo se unió al proyecto mi pareja, Òscar, y entonces fue cuando todo empezó a cobrar verdadero sentido. Ser nuestros propios jefes nos permitió empezar a vivir la vida de una manera distinta. Hace un año nos mudamos de la ciudad al campo: trasladamos nuestra casa y nuestro taller a la Garrotxa y ahora vivimos entre montañas, rodeados de naturaleza. Nuestra vida está muy unida a nuestro trabajo.
¿Por qué Fauna y Flora?
Cuando era niña, mis padres nos regalaron a mi hermano y a mí un libro precioso que se titulaba Fauna y Flora del Mundo. Tenía más de 500 páginas llenas de fotografías de animales, insectos, plantas… y mi hermano y yo nos pasábamos días enteros ojeándolo una y otra vez. Cuando el hobby de hacer collares empezó a convertirse en trabajo y necesité un nombre de marca, vino a mi mente el recuerdo de aquel libro. Nuestros diseños siempre han estado muy vinculados a la naturaleza, así que me pareció un nombre perfecto.
Los pilares que caracterizan vuestra marca son los valores de la filosofía slow, la sostenibilidad y el proceso de producción artesanal. ¿Qué importancia tienen para vosotros? ¿Cómo los concebís?
Fauna y Flora es nuestro trabajo pero también tiene mucho que ver con nuestra forma de entender el mundo. Cada vez que consumimos, decidimos cómo queremos que sea nuestro mundo y nuestra sociedad, como individuos pero también como empresas o negocios. Intentamos que Fauna y Flora sea un negocio lo más sostenible posible, por eso trabajamos con proveedores locales, cercanos y de confianza. Es muy gratificante generar trabajo a tu alrededor, ver como, si tú creces, tus proveedores también y pueden contratar más personal, generar más riqueza en nuestro entorno y ayudar a mantener el poco tejido industrial que aún sobrevive en nuestro país. Para nosotros es muy importante que todos los procesos de producción que tienen que ver con nuestras piezas se den en entornos humanos, conocer cómo trabajan nuestros proveedores para poder ofrecer a nuestros clientes productos sostenibles, locales y de calidad, y contribuir a crear formas de consumo más humanas y sostenibles.
La naturaleza es una parte esencial de vuestro trabajo, tanto en el proceso de inspiración como en la elección de las materias primas, como decías. ¿Cómo es el proceso de confección, desde la idea inicial hasta su realización, pasando por la elección de los distintos elementos?
La verdad es que somos un poco caóticos a la hora de diseñar nuevas piezas. Normalmente empezamos eligiendo un tema para la colección, y a partir de ahí trabajamos en la fase de documentación/inspiración: cine, libros, música, series... Devoramos casi cualquier cosa que pueda tener relación de contenido o estética con la colección. Normalmente esta fase ya empieza a darnos ideas para algunas piezas, pero sobre todo para desarrollar el discurso de la colección, la paleta de colores, etc. No solemos bocetar mucho, a mí lo que más me funciona es diseñar tocando materiales, así que pasamos muchas horas visitando proveedores y buscando materiales nuevos por internet. A lo largo del año compramos muchas muestras de fornituras, piedras, etc., y cuando nos ponemos a diseñar normalmente acabamos volcando todo ese material sobre la mesa y jugando con él. Pero no tenemos un sistema fijo, a veces la idea de la pieza aparece de repente en nuestra cabeza y entonces el proceso funciona al revés.
¿Qué otras cosas os inspiran?
Nuestra principal fuente de inspiración, tanto a nivel de creación como a nivel vital, es la naturaleza. Pero a la hora de diseñar también encontramos mucha inspiración en otros campos, como el cine, el arte, la literatura, la música, la ciencia o nuestros viajes. Algunas de nuestras piezas están inspiradas en películas como Melancolía de Lars von Trier, Metrópolis de Fritz Lang, Tiempos Modernos de Chaplin... Somos muy cinéfilos, así que nuestras piezas suelen contener muchos referentes estéticos y de contenido vinculados al cine.
¿Cómo es entrar en el taller de Fauna y Flora?
Entrar en el taller para mí es casi como entrar en el bosque. Nuestra casa está a los pies de las montañas, reformamos un antiguo porche que estaba encarado al norte y a la zona más silvestre de nuestro jardín-prado. Hicimos construir una vidriera enorme que cubriera toda la pared y colocamos las mesas de trabajo bajo el gran ventanal. Mientras trabajamos vemos los árboles, los pájaros, las vacas al fondo, el cielo abierto... Me gusta ver cómo cambia el paisaje día a día, sentir el paso de las estaciones, esperar la llegada de las golondrinas, de las abejas, de las flores del trébol, de los dientes de león...
Hoy en día, no tener tienda física no impide estar conectados con los clientes, ya sea por las redes sociales o con un packaging cuidado cuando el paquete llega a casa, ¿verdad?
Nosotros descartamos hace algunos años la idea de abrir una tienda física, estuvimos valorándolo durante algún tiempo pero al final nos dimos cuenta de que los inconvenientes superaban con creces a las ventajas, y que en realidad no necesitábamos tener un tienda física para poder tener visibilidad o dar a conocer nuestra marca. Todo el trabajo de promoción lo hemos hecho a través de mercados y de las tiendas que venden nuestras piezas, pero sobre todo a través de las redes sociales, que te permiten estar en contacto con tus clientes, mostrarles tus piezas, explicarles cómo trabajas, cuál es tu filosofía de vida, compartir momentos, y también crear relaciones de verdad.
Otra de las cosas que nos ha ayudado mucho a conectar con las personas que nos compran es que casi todas nuestras piezas suelen tener una pequeña historia o un por qué detrás, y normalmente eligen esa pieza en concreto por el significado que tiene. En muchas ocasiones nos escriben contándonos sus historias, a veces son anécdotas divertidas, otras veces te emocionan y te hacen sonreír, y otras veces son piezas que les recuerdan a alguien o algo que perdieron. Entonces se crea entre nosotros un momento muy íntimo, una conexión realmente especial. Es lo que más me gusta de nuestro trabajo, que cada persona acabe de llenar a la pieza de significado.
Otra de las cosas que nos ha ayudado mucho a conectar con las personas que nos compran es que casi todas nuestras piezas suelen tener una pequeña historia o un por qué detrás, y normalmente eligen esa pieza en concreto por el significado que tiene. En muchas ocasiones nos escriben contándonos sus historias, a veces son anécdotas divertidas, otras veces te emocionan y te hacen sonreír, y otras veces son piezas que les recuerdan a alguien o algo que perdieron. Entonces se crea entre nosotros un momento muy íntimo, una conexión realmente especial. Es lo que más me gusta de nuestro trabajo, que cada persona acabe de llenar a la pieza de significado.
Háblame de Galáctica, la nueva colección.
Galáctica tiene que ver con el traslado al campo, con las noches de verano mirando las estrellas desde el jardín tratando de adivinar las constelaciones. Este cielo estrellado fue todo un descubrimiento para nosotros, en la ciudad la contaminación atmosférica y lumínica nos hace vivir ignorando el cielo nocturno, y reencontrarnos con él fue casi una revelación. No solo tiene que ver con el descubrimiento de la naturaleza nocturna, sino también con una especie de re-descubrimiento íntimo, saber detenerse a contemplar el cielo, escuchar el silencio, sentir que en el cosmos no somos ni una mota de polvo, pero en cambio sentirte tan conectado al universo...
Casi con toda seguridad, nuestra próxima colección será una continuación de Galáctica. El año pasado se nos quedaron algunas piezas en el tintero y muchas ideas por desarrollar, así que seguramente seguiremos trabajando en la misma línea.
Casi con toda seguridad, nuestra próxima colección será una continuación de Galáctica. El año pasado se nos quedaron algunas piezas en el tintero y muchas ideas por desarrollar, así que seguramente seguiremos trabajando en la misma línea.
¿Cuál es la mejor experiencia que os ha permitido vivir vuestro proyecto?
Sin duda, ser padres. Yo antes trabajaba en producción de cine, y la maternidad y mi trabajo eran realmente incompatibles, esa fue una de las razones que me animó a dejar mi antigua profesión y apostar por Fauna y Flora. Hemos tenido un hijo hace muy poco, antes no era factible y ahora en cambio podemos ofrecerle una vida en plena naturaleza, y trabajando los dos desde casa podemos compartir la paternidad al 50% y darle el 100% del tiempo que nos necesite. Nuestro mayor logro creo que es haber conseguido que nuestro trabajo nos haya ayudado a poder vivir la vida que queríamos.