Ella es Erika Lust: una impetuosa y brillante sueca graduada en Ciencias Políticas, Feminismo y Sexualidad, una exploradora de la pornografía abierta y de la belleza explícita del erotismo. ¿Y esta entrevista? Un viaje hacia el filme porno vinculado a la cultura del liberalismo sexual. Si quieres ilustrarte y formar parte de esta expedición, adelante viajer@, it’s time for porno to change!
Para empezar, cuéntanos un poco quién eres, de dónde vienes y cómo te defines.
¡Hola! Yo soy Erika Lust. Soy mujer, madre, empresaria, sueca, feminista, cineasta, fundadora de mi productora y de XConfessions.com. ¡Y estoy encantada de hablar con vosotros!
¿Nos puedes explicar qué significa uno de tus principales lemas, “Let’s make a porno. But let’s make it different! Let’s make an indie film.”?
(Risas) Sí, creo que lo podemos llamar lema... El erotismo siempre me ha interesado mucho, y cuando decidí que iba a intentar representarlo a mi manera, lo único que tenía claro es que tendría que ser muy distinto de lo que ya había visto. Normalmente, cuando algo está fuera del mainstream, lo llamamos "alternativo." ¡A esto iba yo! Soy una gran cinéfila y me gusta explorar fotografía, iluminación, paisajes y narrativas, y la verdad es que las películas indie o b-side son mucho más interesantes en este sentido.
Estudiaste Ciencias Políticas, Feminismo y Sexualidad, y cuentas que para ti resultó una gran revelación leer Hard Core: Power, Pleasure, and the Frenzy of the Visible de Linda Williams. ¿Por qué? ¿Qué transmite ese libro que te resulte tan importante?
Leer a Linda Williams fue súper importante para mí. Hard Core: Power, Pleasure, and the Frenzy of the Visible ha sido el libro que me abrió los ojos y me hizo entender que necesitábamos una alternativa a la representación denigrante que nos daba la pornografía mainstream. Me llevó a pensar que, si esta alternativa no existía, entonces yo la tendría que crear, y eso fue lo que hice. En aquel libro Linda describe la pornografía como un género cinematográfico, como una parte del discurso sobre la sexualidad contemporánea, y nos obliga a verla más allá de sus estereotipos. Sus ideas me han dado los fundamentos para desarrollar mi propio discurso.
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Podríamos decir que filmas porno feminista, o al menos porno destinado principalmente a la sexualidad femenina. ¿Por qué consideras necesario que ellas estén más representadas en la industria pornográfica? ¿Es que hasta ahora han tenido siempre un papel minoritario, tanto detrás de las cámaras como delante de ellas?
Creo que hay una confusión de términos. Hacer porno feminista no es lo mismo que hacer porno para mujeres. Yo misma ya no creo que mis películas sean para mujeres. Es cierto que contienen historias en las que el placer de la mujer está reflejado, ¡pero esto también les interesa a los hombres! De hecho, gran parte de mi público es masculina. Al fin y al cabo, creo que lo que todos queremos son historias y escenas más realistas, más inspiradoras, y eróticas para todos los sentidos, y esto es lo que mis películas ofrecen.
En cuanto al lado feminista, sí creo que es importante tener a más mujeres detrás de las cámaras, produciendo, dirigiendo y contando las historias que a nosotras nos gustaría ver. Si la industria del sexo nos representa de forma errónea, sin voz, sin iniciativa, sin ninguna autonomía, nosotras nos tenemos que levantar y hacerlo de manera diferente. Que seamos más mujeres escribiendo, produciendo, dirigiendo y hablando de porno. Salir a la luz y decir que nos gusta el sexo es un avance, ¡pero no es suficiente! El porno es un discurso sobre la sexualidad contemporánea, y si queremos tener voz tenemos que cambiar la forma como la industria del sexo nos representa. Las mujeres somos seres sexuales, nos gusta el erotismo, la seducción y el placer, y me parece demasiado injusto que no podamos vivirlos porque la industria ha estado corrompida durante muchos años. Hay mil maneras de hacer películas eróticas que sean inteligentes, bonitas y excitantes. ¿Por qué no hacerlas?
¿En qué te basas para escoger a tus actrices y actores? ¿Existen cada vez más perfiles que se interesan en participar y/o actuar en tus producciones?
Yo trabajo con performers maravillosos. Algunos tienen mucha experiencia en el mundo del cine adulto, son profesionales consagrados y trabajan con otros productores, y otros lo hacen por gusto o por curiosidad pero no tienen ambiciones profesionales en esta industria. También están aquellos que solo ruedan para XConfessions porque les gusta el proyecto y la manera con la que trabajamos. Muchos se ponen en contacto porque quieren trabajar en mis películas. Para mí, el casting es una de las fases más importantes de la producción: quiero conocer a los performers, saber qué piensan y de qué manera les gusta trabajar. No podría trabajar con gente que no comparta mis principios y mi ética profesional. También quiero que estén cómodos con sus compañeros de escena, hablamos mucho de cómo va a ser el rodaje. Los performers pueden ser muy distintos entre sí, pero todos coinciden en el pensamiento sex-positive. El cast de XConfessions está compuesto por algunas de las mejores personas que he conocido nunca. Son únicas e inteligentes, gente con las que el público se puede identificar. Esta es una de las premisas del proyecto: historias realistas, posibles y variadas, representadas por gente de todo tipo y con visiones y tipos de cuerpo muy plurales.
¿Cómo es un rodaje contigo, o mejor dicho, cuál es la atmósfera que intentas crear para conseguir los resultados esperados. ¿En qué crees que se diferencia un rodaje con Erika Lust con respecto a otros directores del sector?
¡Uf! Basta con que preguntes a un performer y te contará cómo es estar en un rodaje de XConfessions. Yo no suelo moverme por las producciones mainstream, pero me cuentan que son muy cansadas, repetitivas y técnicas, aparte de que casi nunca hay comida y que en el set siempre hay curiosos y amigos de amigos que vienen a pasar un buen rato.
En mis rodajes tenemos un ambiente muy profesional. El equipo está para cuidar el vestuario, el maquillaje, el sonido, las luces, el catering. Las escenas de sexo, que en un rodaje mainstream suelen tardar horas porque quieren planos ginecológicos de cada una de las posiciones, en mis películas tardan una media hora o 40 minutos. Los performers tienen autonomía para improvisar en el sexo, la cámara se adapta a ellos y no al revés. El resto del día lo pasamos grabando las escenas de la historia antes y después de que los personajes tengan sexo. La verdad es que se asemeja mucho más a un rodaje de cine convencional que a uno de porno. Es cierto que siempre está la tensión de lograr la calidad que queremos, ya que rodamos un corto entero en un solo día, pero el ambiente es siempre relajado ¡y yo y mi equipo nos lo pasamos muy bien!
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Para ti no solo es importante el hecho de aportar una visión distinta al mundo del porno, sino que también es esencial involucrar y satisfacer al público, que este pueda decidir sobre lo que ve y lo que desea consumir, y que pueda ser partícipe de una manera más explícita en la experiencia. De ahí nace la idea de XConfessions, ¿no es así? 
La gente me envía historias y fantasías personales desde que empecé mi productora Erika Lust Films. No tardé mucho en entender que lo que ellos querían era involucrarse en las películas y ver historias que les pareciesen realistas. La gente está cansada del "más de lo mismo" que ofrecen los vídeos adultos mainstream, y yo estaba en búsqueda de historias bonitas y reales que contar. ¡Fue la combinación perfecta! Así nació XConfessions.com, una plataforma que permite que la gente envíe sus confesiones de manera fácil y anónima, y de donde yo saco las ideas para mis cortos. Me encanta leer lo que me envían, sus historias súper creativas, divertidas e innovadoras, justamente como yo creo que tiene que ser el sexo. Desde que dirigí mi primera película, he querido hacer algo distinto a lo que veía, filmar historias que me gustaría ver. A mí y a todos aquellos que no tienen su sexualidad reconocida por la pornografía mainstream.
¿Qué temáticas dirías que has tratado y cuáles te quedan por tratar?
Solo XConfessions ya tiene más de 80 cortometrajes, ¡imagínate! Cada dos semanas estrenamos uno nuevo. Cada corto es distinto y tiene una temática propia. Ya hemos hecho cortos voyeur, de dominación, de amor entre parejas, con comida, en la playa, volando en el cielo o navegando en el Mediterráneo, ya rodamos role plays en que el mundo se iba a acabar, ya hablamos de novios que se visten como chicas, hemos hecho humor y drama y romanticismo y espectáculo. El último año rodé mis dos primeras películas de BDSM (An Appointment With My Master y Dominate Me), y me preocupé de no caer en estereotipos. Algunas películas recientes incluso mezclan otras disciplinas, como Magic Magnus o Chicazo, en las que trabajamos con una coreógrafa de danza contemporánea para incluir baile en el guión. El sexo es mucho más que un juego entre genitales, el sexo incluye erotismo, seducción, contexto. Dos personas tienen sexo porque hay algo que las hace desearse, y el deseo tiene muchas formas y caras. ¡Infinitas! Siento que todavía hay mucho que representar, estoy preparando los guiones del próximo rodaje y os puedo decir que todos tienen nuevas temáticas. Una vez alguien dijo que solo hay X maneras en que uno puede filmar el sexo, y me reí mucho. La persona que lo dijo seguramente no conocía XConfessions. 
El valor estético en tus creaciones es vital, ¿es ese un valor perdido en la industria porno? ¿Por qué consideras que es uno de los ejes centrales para tu público?
No creo que sea un valor perdido, ¡justamente lo contrario! Creo que cada vez más va surgiendo gente interesada en trabajar el erotismo on-screen y mezclarlo con arte, con cine, con fotografía, con ilustración. La parte más interesante de todo esto es que vamos cerrando tabúes. Poco a poco, ayudamos a crear un nuevo entendimiento del sexo como algo natural y bonito y que puede ser representado de mil maneras sin ofender o degradar a nadie. Creo que hay mucha gente interesada en representaciones artísticas del erotismo y en un cine erótico de calidad e inteligente. En XConfessions, por decir algo, ¡ya somos casi 150.000! La idea de que la gente interesada en el sexo sea pervertida está demasiado anticuada. Practicamos sexo cada día de mil maneras distintas. ¿Por qué algo tan natural no puede ser disfrutado? ¿Y por qué no puede ser bonito y artístico?
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¿Qué quieres aportar a la industria porno con Lust Cinema?
Lust Cinema es un cine online del que cuido personalmente y por el que siento un cariño especial. Mi equipo y yo estamos constantemente buscando lo mejor del cine explícito que se produce en todo el mundo y haciendo un intenso trabajo de curación para seleccionar películas que compartan un discurso sex-positive, consensual y ético. También queremos ofrecer un soporte a todos los directores que crean en base a estas premisas, y que hacen un trabajo maravilloso y con un gran valor erótico. En esta misma línea estamos trabajando en un nuevo proyecto, aún más ambicioso: una plataforma de contenido erótico más allá del porno y abierta a productores y directores independientes de todos lados del mundo. ¡Será un Netflix del mundo erótico! Es EroticFilms.com y está en versión beta, pero ya podéis probarlo.
¿Podrías proponernos algunos referentes, directores o productoras de cine erótico que debamos añadir a nuestra lista? ¿Qué es lo que más valoras de su forma de trabajar? 
¡Hay muchísimos! Si te interesa el mundo del erótico alternativo entonces debes buscar nombres como Vex Ashley, Jackie St. James, Ovidie, Zara & Alicia (de la productora sueca New Level of Pornography), Jennifer Lyon Bell, Tristan Taormino, Madison Young, The Madame, Maria Beatty, Morgana Muses, Ms. Naughty... y muchas más. Tengo el placer de trabajar con ellas y tener sus películas disponibles tanto en Lust Cinema como en la tienda de mi web. Son directoras visionarias que ponen un cuidado excepcional en sus películas, que escriben guiones inteligentes y súper eróticos.
Eres una de las figuras más representativas de la ruptura con los cánones clásicos del porno, desarticulando la clásica escena donde el macho es dominante y la mujer sumisa, donde las fantasías se definen tradicionalmente hacia el placer masculino. ¿Qué peso cultural tienen estas habituales prácticas? ¿Al mismo tiempo, qué puede hacer la cultura para cambiar esto?
Creo que la sociedad ha avanzado y empezado a aceptar la sexualidad femenina, pero todavía hay mucho que hacer. Yo quiero que las mujeres vean mis películas y se sientan bien con sus cuerpos y sus deseos. ¡El sexo debería ser placentero y divertido! Los medios todavía suelen ser muy sexistas, y esto va desde los periódicos hasta la publicidad y el entretenimiento. Nos siguen diciendo cómo nos tenemos que vestir, qué tenemos que hacer, de qué color tiene que ser nuestro pelo. En Francia han prohibido a las modelos muy delgadas que trabajen en moda, pero este tipo de políticas es muy poco usual. El porno mainstream sigue lleno de imágenes plásticas y muy falsas de cuerpos de hombres y mujeres. Yo intento incluir performers de varios estilos y tipos de cuerpos, quiero enseñar que la belleza tiene muchas caras y formas distintas, ¡y que todas pueden disfrutar de buen sexo! Aún somos muy torpes y no vemos belleza en lo que es diferente, aunque allí está precisamente lo que nos hace únicos. Tenemos que empezar a pensar diferente y dejar de creer en todo lo que nos cuentan. De verdad pienso que trabajos como el mío o el de otras directoras están ayudando a cambiar estos paradigmas y ofrecer un entorno más sano a las generaciones que van llegando y que tienen la mentalidad bastante más abierta.
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¿En qué consideras que la creciente aceptación del poliamor, el movimiento queer, el agender y otros neoconceptos pueden favorecer a la industria porno? ¿Crees que la erótica puede ser una de las nuevas armas hacia el liberalismo sexual? 
Es maravilloso que la gente vaya encontrando más maneras de definirse, que puedan ser lo que son sin preocuparse por encajar en una determinada etiqueta. Creo que estamos en constante desarrollo de nuestra sexualidad y que estos cambios, avances y debates nos hacen cuestionar nuestros propios prejuicios. ¡Y es genial! Veo el porno como un discurso sobre la sexualidad. Creo que es parte de la educación sexual contemporánea. Que la industria pornográfica incluya estos cambios significa que más personas podrán identificarse y sentirse reconocidas. Creo que es papel de todo creador trabajar en políticas y dinámicas inclusivas, y con el cine erótico no es diferente. 
Y finalmente, ¿hacia dónde vas?
¡Hacia delante! Tengo muchos proyectos en marcha: desde hace algunos meses, XConfessions está abierto a directores invitados. Este mes estuvimos en Berlín rodando dos confesiones dirigidas por Paulita Pappel, por ejemplo, y vienen más mujeres directoras a las que vamos a producir. También estoy puliendo Erotic Films. Pero el proyecto con el que estoy más motivada se llama The Porn Conversation. Será mi primer proyecto social y no lucrativo, y el objetivo es ayudar a solucionar el tema de la pornografía vista por niños y adolescentes. Soy consciente de que el porno no es algo para niños. Soy consciente de que casi la mitad de lo que hay en internet es contenido adulto, y que bloquearlo resulta inútil. Durante mis más de 10 años en la industria adulta, y siendo madre de dos niñas, he aprendido que la mejor manera de tratar el sexo es hablar de ello y arrojar luz. A esto voy, y os invitaré a que vengáis conmigo.
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