Atravieso un larguísimo pasillo cuajado de obras de arte que me sitúa en una especie de túnel de las maravillas, por la calidad y la fuerza que desprende cada obra, o de túnel del tiempo, porque este se detiene al contemplar con admiración el trabajo de los ocho artistas que se encuentran expuestos en la casa de Alejandra Kreisler, fundadora junto a Angie Socías de Up&Coming Gallery.
La abstracción figurativa de la fotografía de Kino Acosta, la interacción urbana a través del objetivo de Álvaro Torres, los femeninos y coloristas cuadros de Begoña Fernández-Castaño y los tintes de realismo mágico de Nicolás Villamizar contrastan con las ilustraciones de lápiz y ratón de Víctor Soler o las hipnóticas esculturas de neón de Blanca Azcárraga. Entonces comprendo lo que me iban contando Angie y Alejandra durante el recorrido por cada pieza, ya que de repente me identifico con lo que ellas definen como el síntoma FOMA (fear of missing art). Una adaptación del fear of missing out que me auto-diagnostico en cuanto llegamos a la pintura y collage que utiliza Beatriz Dubois para terminar sus fotografías y los urbanos graffiti y sneakerart de Manu Cruz –en verdad tengo miedo de perderme un solo detalle de lo que estoy viendo–.
Tras este concepto (FOMA) se encuentra una nueva forma de acercar el arte, de verlo, de sentirlo. Es la superación de esa barrera que a veces nos impide entrar en una galería por “corte”, por presión –si solo vamos a mirar–, o por la exclusión que nos creamos por desconocimiento (como si solo un entendido o un coleccionista pudieran disfrutar del arte). En un momento de la conversación, Alejandra insiste en que obviamente “si quieres realizar una inversión, adquieres una obra firmada por un gran nombre, pero en el resto de los casos, se trata de confiar y sobre todo de que te guste, de sentir algo, de que te haga feliz.” El concepto de esta galería nómada rompe todos los esquemas y supera los límites, ya que no solo permite el acceso a obras de artistas emergentes (los precios de las obras van de los 300 a los 6000€), sino que abre nuevas posibilidades tanto para el artista como para el comprador, entre los que se crea un diálogo, gracias a esta original plataforma que funciona como canal directo entre ambos.
No existe una galería física fija, sino que Up&Coming cambia de país y formato; una galería con soporte online que expone en espacios abiertos al público como ferias, además de casas privadas y galerías de distintos países. Las creadoras de este novedoso proyecto son Alejandra Kreisler y Angie Socías, dos amigas de la infancia que llevan el arte en las venas. Alejandra pertenece a la tercera generación de la familia de galeristas Kreisler, la primera galería que se fundó en Madrid en 1965. Ha pasado los últimos años viajando por todo el mundo, por más de 110 países, pero hace tres regresó a Madrid y comenzó a trabajar en la Galería Kreisler, en la que ha comisariado varias exposiciones. Angie Socías ha desarrollado una brillante carrera profesional en el mundo del interiorismo, y actualmente está afincada en Los Ángeles.
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Con ese bagaje cultural y profesional, es comprensible la confianza ciega de sus clientes en la labor de asesoramiento que realizan. Además de contar con sus recomendaciones, tenemos libertad para devolver la obra si no es como esperábamos o si finalmente no funciona o no encaja en el espacio que teníamos pensado. La posibilidad de adaptar las obras on demand también choca con la naturaleza inmutable que solemos atribuirle al arte. Variaciones en tamaño o modificaciones sobre la obra –respetando el estilo, lenguaje y personalidad del artista– forman parte de esa idea de acercar y personalizar el arte según las necesidades de cada uno.
Angie y Alejandra creen que lo más importante del proyecto son los artistas. Luchan porque sean reconocidos, realizando también esa función de agentes, acompañándoles en sus carreras y organizando diversas actividades y eventos para apoyarles. Además de asistir a ferias, negocian también con otras galerías, preocupándose exclusivamente de que el talento que ellas han descubierto pueda ser compartido y valorado por un público heterogéneo e internacional. Dos de los artistas con los que trabajan, Manuel Cruz y Beatriz Dubois, están en el momento en el que hacemos esta entrevista, y asienten y se reafirman en esa idea de familia. “Somos un equipo de 8 artistas, muy piña. Hay una comunicación constante. La comunicación es clave no solo entre los artistas, sino también con el cliente. Ellos adquieren una obra que va a estar en su casa, han de sentirse cómodos y está bien que nos conozcan. A mí como artista también me gusta saber qué persona me compra y dónde me va a poner.” Beatriz tiene 23 años y, dada su juventud, ha vendido poca obra. Frente al resto de galerías, Alejandra y Angie, con su innata capacidad para detectar el talento, apuestan por ella y dan a conocer su portfolio dentro su cartera de clientes y con otras galerías, de manera que la artista pueda seguir creciendo. Manu también habla de familia, generosidad y confianza. El próximo 11 de diciembre expondrá su obra dentro del marco de Up&Coming Gallery junto a I am Gallery en la Galería Kreisler (http://www.galeriakreisler.com/), con motivo de su 50 aniversario. La galería más antigua de Madrid acogerá las obras más representativas del arte urbano español, una exposición colectiva que resaltará lo más novedoso del arte callejero en un entorno tradicional hasta el 9 de enero.
Con este tipo de iniciativas, entendemos que en tan solo dos meses de vida, Up&Coming Gallery sea más que un prometedor concepto. Es una realidad capaz de llegar a todos los públicos simplificando los procesos, proponiendo nuevos escenarios, facilitando el acceso a artistas emergentes, y lo más difícil: desmontando tópicos sobre la adquisición del arte.
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